Me robaste el corazón

Capítulo 4

CAPITULO 4

Necesitaba un hombro en el que apoyarme, de hecho, necesitaba a mi mejor amigo, Spencer Chase, ese estúpido bastardo, que estaba de vacaciones con su esposa embarazada en París por su aniversario, no pude resistir, tenía que hablar con él, Necesitaba un consejo, o al menos escuchar su voz, así que a las 11 de la mañana, después de que mi hermana me echara del hospital, me fui a casa y encendí mi Celular para hacerle videollamada

Spencer y yo nos conocimos cuando teníamos 16 años y estábamos en un internado en Londres, donde ahora estudia mi sobrino Dylan, mi amigo y yo nos odiábamos al principio porque ambos queríamos tener la misma chica, la gloriosa Allison, la chica más guay y atractiva de toda la escuela, sin embargo, ella no nos quería a ninguno de los dos, así que terminamos haciéndonos amigos después del dolor en el corazón al enterarnos de que Allison era lesbiana y hablaba solo con nosotros dos, ya que tenía miedo de lo que la gente diría y lo que sus padres dirían, los tres nos hicimos amigos, pero desafortunadamente Allison se fue a vivir a Corea con sus padres, Nunca volvimos a saber de esa rubia alta y divertida.

Spencer y yo nunca volvimos a separarnos porque, nos dimos cuenta de que nuestra vida era una mierda, los padres de Spencer también se separaron como los míos y lo enviaron a la escuela, ya que encontraron una nueva familia y se volvieron a casar, esos bastardos se olvidaron de su primer hijo, mi mejor amigo.

Empezamos a hablar de nuestra vida de mierda y luego todo empezó, nos preparamos para todo en ese internado, fue un verdadero milagro que no se quemara, todos en la escuela nos conocían como una pareja peligrosa, Nos suspendieron tantas veces que terminé perdiendo la cuenta. Fuimos considerados los peores estudiantes del internado y casi nos expulsaron cuatro veces por comportamiento académico, nuestros padres pagaron los daños, por supuesto.

Bueno, como el internado era solo para los hijos de gente muy rica, cada alumno tenía su propia habitación, y por supuesto, a nosotros nos tenían en diferentes edificios, pero tener que irrumpir en un edificio con guardias de seguridad no fue un problema para nosotros, invadimos el cuarto de las niñas para jugar al doctor ... Tuvimos fiestas privadas con mucha bebida y porros, una vez robamos el coche de un guardia de seguridad y nos fuimos a la ciudad, terminamos en la comisaría, pero fue genial, Éramos demonios, incluso me dieron un premio por beberme 10 cervezas acostado, Sí era un animal, estábamos tan jodidamente locos.

Me gusta pensar que Spencer me complementa en casi todo, la única diferencia es que enamorado tiene mucha suerte en el amor. Bueno, no es que yo, Santiago Álvarez, quiera a alguien, he tenido una mala experiencia con mujeres y no quiero repetirla, un día me comprenderás.

El amor no es para mi, no es como si alguna vez me hubiese enamorado realmente, pero incluso lo intenté, pero el amor no es mi tipo, me gusta disfrutar, me gusta beber y follar, mi vida es muy buena de esa manera, sin compromisos ni responsabilidades, todo maravillosamente casual, sin compromiso.

El rostro del bastardo apareció en la pantalla, sonreí cuando vi a mi amigo, los mismos ojos castaños de una tonalidad casi negra, cabello lacio y castaño claro y la sonrisas coqueta. Mi mejor amigo Spencer.

—¿Por qué llevas una toalla? — pregunté con una pequeña sonrisa.

—Estaba en la ducha. —mintió Spencer.

—¿En el baño cogiendo o bañándote? — Levanté las cejas.

Spencer estaba serio y movió la cabeza sonriendo

— Cállate Tiago — Me reí ya teniendo mi respuesta. El vagabundo estaba teniendo sexo.

— ¿Cristal está bien? — Preguntó él preocupado

—Cristina! — Corregí — Sí, está bien, pero pasará mucho tiempo en la cama. — le Expliqué

— Que Bueno, me enteré de su accidente, me dijo Juan. ¿Cómo estás? Te ves completamente destrozado. ¿ que está sucediendo? — Spencer siempre es astuto, se da cuenta de todo con solo mirarme durante 5 segundos.

¡Una maldita policía apareció en mi puerta!

—Oh mi amigo, deberías preguntarme qué no está pasando, estoy en problemas, pero al menos estaré bien, tengo que estar bien — Hice una pausa y lo miré. — Mi hermana tuvo un infarto luego del accidente, no lo sé ... Me sentí impotente, si le hubiera pasado algo más grave ... Yo, no sé qué haría, rayos, sentí ese dolor de nuevo, me sentí como ... Cuando mi padre había muerto, fue como si lo hubiera encontrado en el piso de su habitación, pero no era él, era ella. Cristal estaba en la camilla, Sin respiración, sin pulso, pero ella no estaba muerta, él estaba muerto. No pude hacer nada.

—¡Oye, Tiago! No te detengas con eso, sabes que no fue tu culpa, nada fue tu culpa, amigo. Tu padre está muerto, pero Cristina está viva, no te culpes por nada, te culpas demasiado. — El pauso. — Mírame. Mírame bastardo. — Lo miré a la cara y rodé los ojos. — Escucha me, no fue culpa tuya no sirve de nada culparse a sí mismo. Han pasado cinco años. ¡Cinco años!

— cinco años, cinco días, cinco meses o siglos, es lo mismo, pero el dolor ... El dolor nunca desaparece, el dolor está aquí clavado en mi pecho con ganas de explotar, quiero quemarlo todo — Fue lo único que dije..

—Déjalo estar. ¡Al diablo esto! Explota, maldice, rompe un maldito espejo — gritó mi amigo.

— Sabes que no puedo, sabes que no puedo, Spencer. Yo ... tengo que ponerme del lado de mi hermana, no soy débil, no me quedaré llorando como un niño, pero hay momentos en los que es casi imposible, todavía recuerdo haberlo encontrado completamente blanco en el suelo y sin pulso, ese día, perdí completamente mi corazón.

— Llorar no es cosa de niños, y tu corazón algún día será domado y honestamente, voy a ser fan de esta mujer… — dijo y puse los ojos en blanco.

—Oh por favor, No me hables de mujeres. Yo ... estoy harto! — Dije recordando a la maldita policía. — hay algunas mujeres que solo sirven para irritar, para sacar a la gente de sus cabales - Apreté los dientes.

—¿Qué sucedió? ¿Te golpeaste la cabeza con demasiada fuerza? — cuestionó mi amigo en tono preocupado.

—Peor, casi me disparan, y ayer me dieron un rodillazo en las bolas. — confesé.

— ¿Qué diablos hiciste? ¡¿acaso me involucré con un traficante de drogas!?

—Una mujer policía, y Dios no lo quiera, no me involucrare con esa maldita. En serio ... Spencer. Nunca he visto a una mujer más ... Arrogante, maldita sea, es tan Idiota, Maldita sea, es bruta, Cretina. Le gusta ... Esa mujer me vuelve loco. Quiero estrangularla. Ella me molesta. Me cabrea mucho, Maldita sea, tiene unos ojos jodidamente curiosos que parecen leer mi mente, sí, solo la miro y digo cualquier cosa, nada en absoluto inteligente, Hablo con ella más en 5 minutos que en toda la semana y ella saca lo peor de mí, digo cosas mucho más allá de mi sinceridad rutinaria ...

—Ah… - se rió. — Dime mas acerca — Dijo él provocándome

—¡Maldita sea! La mujer huele a helado y chocolate, su cabello es hermoso y suave, Su piel es dersa, sus labios son finos, sus piernas son impresionantes, esa maldita cosa es impresionante, Llegó a mi puerta vestida como para matar y la confundí con una ... Stripper

— ¿Qué? ¿Confundiste a un policía con una stripper? — Asentí.— ¡Oh! Creo que ella te matará.

—Gracias por la moral, amigo, ahora veo que debes amarme como a un hermano, pero ... No, se pone peor, la bruja me encontró en el hospital y me arrojó a un diminuto ascensor con ella. ¿Tu lo crees? — Abrí mis ojos mientras lo miraba.

—Si lo creo, y tú que hiciste?

—Traté de besarla. — Respondí — Fue sin querer, no sé qué diablos me pasó, pero conseguí un buen rodillazo en agradecimiento.

Spencer se rió, luego me miró y volvió a reír.

— ¡Maldita sea! ¿Qué tienes en mente? Casi mueres por la bonita y luego intentas besarla, me estás pidiendo que me quede sin polla, Bien hecho. ¡Atrapa a la chica!

—Y estás pidiendo un puñetazo en la cara. — Respondí.

—Estoy en Paris —Él sonrió.

—Yo tengo un pasaporte. — amenacé.

—¡Excelente! — La sonrisa de mi amigo se desvaneció.

—Nunca viste a esa mujer, ella es como una Mujer Maravilla bajita y jodidamente caliente. Ella tiene novio. Maldita sea, tiene novio. — me llevé la mano a la frente.

—¡Dios mio! ¿Estás loco? ¡Entonces aléjate! ¿Te gusta una policía que tiene novio? ¿te gusta también su madre? ¿Eh? ¡Dios mio! Creo que cada vez se pone peor — El me veía de una manera extraña y no me gustó.

—¿Qué? - Puse los ojos en blanco.

—Creo que te robó el corazón. — Dijo mi amigo en serio.

— ¡Vete a la mierda! - Maldije y él se rió.

— Quieres estar con una chica, que es policía y que tiene novio, ella te golpeó, ella debe odiarte. ¿Qué quieres con ella?

— Yo no sé. Yo no sé. Yo ... no estoy enamorado, si eso es lo que estás insinuando.

—Ah no, ¿qué es lo que esperas que te diga? ¿Que no lo estás y qué es mejor que te alejes?

— Eso espero, porque la cerda me matará si no me alejo, ¿Cómo te está yendo por allá?. — dije cambiando el curso de la conversación.

—Cambiando de tema, ¿verdad? — El bastardo entendió mi plan.

—Yo no estoy enamorado, es atracción física, algo totalmente físico, eres demasiado sentimental ... No sabes muy bien qué es esto, Y ya sabes, ¿no? Bueno, yo fui el que estuvo media hora hablando de una mujer policía y también soñé con ella. — sus ojos se agrandaron y se rió.

— ¡Maldita sea! ¿De verdad soñaste con ella? No te creo.

—No claro que no. — Mentí.

—¡Sí, soñaste! — Spencer se rió echando la cabeza hacia atrás y yo me sonrojé. — ¡Oh! Ella te gusta. Maldita sea. ¡Ella debe ser increíble! ¡mierda! —Se rió de nuevo —Estás rojo como un tomate.

—¿Quién te gusta, eh? — La voz de Clarke salió de la nada, Spencer miró hacia atrás.

Celoso...

—El muggle está enamorado de una mujer policía, la policía le robó el corazón. — le dijo Spencer a su esposa.

— ¿Como es eso? - cuestionó y luego se rió.

—¡Hola, para ti también Clarke! — grité. — tu marido es un mentiroso y el diablo, esa maldita no me robó el corazón.

- ¡Porque no tienes corazón! - Declaró Clarke y apareció en la pantalla de FaceTime, El cabello rubio, que parecía hojas de maíz, los grandes ojos azules, la piel roja tan blanca y la pequeña sandía en su vientre, de aproximadamente 4 meses de edad.

-Tengo corazón, sí. ¡Okey! Simplemente me llama la atención y no sienti esas tonterías. Lo único ... que quiero de este policía es buen sexo casual.

- Solo sexo, si claro. - Habló la cerda.

- ¿Quién te llamó para conversar, eh? ¿Por qué no vas a alimentar a mi sobrina ...? - murmuré.

-Hablo todo lo que quiero. - protestó frunciendo el ceño rubio, que apenas aparecía en la pantalla, ya que sus cejas eran muy claras.

- ¿Qué vio en ti? ¿Qué tienes tú que yo no tengo? - pregunté en broma.

—-Inteligencia, belleza ...

— No. Ciertamente no fue eso.

— Por supuesto que lo fue. ¿Por qué no sería así? —dijo

—No eres inteligente, y yo soy inteligente, soy hermoso, periodista, fotógrafo, sabroso, tengo ojos verdes.

—Eso Es aburrido, eres Un bastardo, Un chicuelo infantil, un sinvergüenza. ¡Un gilipollas! - Habló la cerda y me reí.

- Sí, un poco, pero tú también. ¿Qué tienes, eh? ¿Qué tienes tú que yo no tengo?

— Una v****a. - Me reí y me callé. Contra eso ... Sí, no pude hacer nada.

—¡Parad ahora niños! Gritó Spencer.

-¡Idiota! - Clarke y yo hablamos al unísono.

- ¡Clarke elizabeth - Mi amigo miró a su esposa. - Santiago Álvarez. ¡Parar ahora! — Clarke y yo pusimos los ojos en blanco.

- Dormimos juntos. Deberías ser inteligente ... está bien. Si, voy a

Francia y toma lo que es mío. - le dije en broma a Clarke.

- Es mío, primero. La justicia está de mi lado. - Ella se metió en el juego.

-Justicia. ¿Qué diablos justicia? Te secuestraré mientras duermes. Lo cual no será difícil, ¿verdad, cerdito? Duermes todo el día. - Discutí y Spencer se echó a reír.

- ¡Eso no es verdad! - Ella mintió.

Spencer y yo nos reímos y hablamos al unísono: - ¡Lo es!

- ¡Malditos bastardos! - Nos maldijo y le dio a Spencer una palmada en el brazo.

- ¿Dejarás de pelear? Creo que tendré tres hijos en lugar de uno. - Mi amigo habló mirándonos.

- ¡Todavía! Y mi sobrina realmente necesita escuchar mi voz, porque será la voz más hermosa que jamás haya escuchado. Ya tengo, incluso un nombre para ella. - Yo dije.

- ¿Por qué estás tan seguro de que es una niña? - cuestionó Clarke.

-No sé. Llámalo ... intuición. Quiero que su nombre sea Charlie. - Yo hablé

y sonríe.

- De ninguna manera. De ninguna manera. - gruñó la cerda.

- Es un nombre hermoso. Podría ser en mi honor. Charlie Brandy. Es un hermoso nombre. - Yo Argumente.

- ¡Está podrido! - dijo ella y me reí.

- Estás podrido ... - Me miró. - Está podrido. - le corregí y ella sonrió. - ¡Es niña! Estás esperando una niña ... - Te lo dije. Ni siquiera necesitas ir al médico. Confié en mí mismo.

- Eres aburrido. Me voy a bañar. - Besó a mi amiga en la mejilla.

- Solo para ponerme celoso, ¿verdad cerdito? - bromeé y ella se rió.

-Adiós, bastardo.

¡Adiós pelo de paja!

-Adiós mi sobrina. Y adiós, siembra. Clarke puso los ojos en blanco y se fue.

- ¡Son unos idiotas! - exclamó Spencer.

-Es correcto. Tú también eres uno, porque nos amas más que a la vida misma. - Yo hablé.

- ¿Qué estás haciendo?

- ¿Como asi?

"Con el policía…" murmuró.

- Nada. - dije, pero por la sonrisa burlona de mi amigo no me convencí.

-Entonces, ¿la dejarás sola? Así de fácil...? - murmuró Spencer.

- Ella es policía, tiene novio y no quiero que me disparen ni ser amante. Me mantendré alejado de ella. Es solo atracción.

- Ejem ... lo sé ... Mantente al menos a tres metros de distancia, así que ... O ...

¿O qué?

- ¡O te robará el corazón y nunca te lo devolverá! - Él

se burló de mí y puse los ojos en blanco.

—¿Está diciendo eso porque eso es lo que le hizo Clarke?

—No, en realidad, con Clarke fui yo quien corrió tras ella y tuve que robarle el corazón, pero contigo es diferente.

-¿Porque soy un bastardo? - Yo vi.

- No. Porque incluso cuando sientes algo finges no sentirlo. Fingí que no eras tú.

- Eso no es verdad. - Yo hice.

-Oh ... no, claro que no.

-¡Spencer! - Yo pregunté.

- Será mejor que me vaya ... Clarke me matará si no le compro helado de maíz. ¿Puedes creer que ella quería un poco de jabón?

¡Pero es claro!

Me reí.

- Yo creo que sí. Te veo mas tarde. Vuelve pronto. No te pierdas, ¿me entiendes?

- Sí señor. - Él sonrió. -Adiós. - Y desconectaste nuestra videollamada.

¿Robó mi corazón? Mas lo que...? El diablo, ese maldito policía me robó el corazón, como mucho me robó por completo mi autoconservación y mi autocontrol, que ni siquiera tengo ...