LUCAS —Siento mucho lo que le ha pasado Sr. Rodríguez, de verdad. Es algo terrible y odio que esto haya sucedido—. Dijo por quinta vez el doctor Quintez. Me dolía fuertemente el corazón mientras veía la figura inconsciente de Addyson yacía allí, inerte. Parecía tan sin vida y pálida en comparación con su entusiasta ser habitual. Aferré su mano flácida y la besé conectándola a mis labios suavemente mientras una lágrima rodaba por mi mejilla. Odiaba verla así. Ella no se merecía esto. El Dr. Quitntez se mordió el labio y asintió secamente antes de proseguir. —Teniendo en cuenta su... estado... podría sufrir ataques de pánico, recuerdos de lo ocurrido, depresión o ansiedad por miedo persistente. No será ella misma durante mucho tiempo, no intente apresurarla para que vuelva a su vida coti