Maeve La llegada de los policías hizo que la atmósfera ya cargada se volviera más real. Mientras colocaban las cintas amarillas alrededor de la escena del crimen, sentí cómo la realidad de lo ocurrido me golpeaba con fuerza brutal. Nos apartaron a un lado, donde los oficiales comenzaron a interrogarnos uno por uno. Estaba completamente devastada; la sensación de pérdida me envolvía tan fuertemente que mis piernas apenas podían sostenerme. Cada respiración era un esfuerzo, y cada parpadeo me recordaba que Dani ya no estaría con nosotros. Miré a mis amigas, quienes, extrañamente, parecían mucho más calmadas que yo. Sabía que Kane tenía algo que ver con eso. No entendía cómo lo había hecho, pero algo en sus palabras había calado hondo en ellas, modificando su comportamiento de una mane