POV Eva Me quedé dormida en los brazos de la abuela, había pasado la noche contemplándola para estar al pendiente de su salud, no tenía la intención de marcharme por ahora, ni siquiera a la otra habitación donde yo salía a dormir y no fue hasta la madrugada que volví a abrir los ojos para nuevamente tomar su presión. Encendí la luz ya que la oscuridad era un obstáculo para mí, pero cuando sacaba el tensiómetro, escuché los pequeños golpes a la puerta, era extraño ya que yo no había solicitado nada a la empleada, pero de todos modos decidí salir y atender. —¿Pasa algo? —le preguntó a la empleada y ella me contesta que había alguien buscándome a estas horas, me muestro extrañada—. ¿Te dijo su nombre? —Dijo que se llama, Arton. —Eso es imposible, desde la casa de los Sartini hasta aquí,