POV Harper Han pasado seis días desde que el piano ha llegado a casa, no he tenido la oportunidad de poder ir o comunicarme con Julen, nadie sabe el origen de este piano más que yo, y no podría estar más feliz. Parecería una mentira, pero este objeto me otorgaba la felicidad que me hacía falta. Podía sentir cómo fluía la alegría incluso desde mi vientre. Cada mañana no podía evitar deslizar mis dedos sobre las hermosas teclas que con tan solo unos cuantos movimientos entonaban una hermosa melodía que cautivaba mi sentido auditivo. —¿Cuánto tiempo más planeas seguir con este juego, Harper? Creí que solo sería un capricho, pero ya casi va a ser una semana y sigues con este objeto. Obstaculizando el paso —sin apartar la mirada del piano continuo sentada, acariciando las teclas. —No es nin