When you visit our website, if you give your consent, we will use cookies to allow us to collect data for aggregated statistics to improve our service and remember your choice for future visits. Cookie Policy & Privacy Policy
Dear Reader, we use the permissions associated with cookies to keep our website running smoothly and to provide you with personalized content that better meets your needs and ensure the best reading experience. At any time, you can change your permissions for the cookie settings below.
If you would like to learn more about our Cookie, you can click on Privacy Policy.
—¿Y se alegraría usted de que su hermano quedara en libertad? —¡Oh, me alegraría muchísimo, señor! —Bueno, en ese caso, lo intentaremos. Anoche me dijo que tenía un amigo, ¿no es cierto? —Se llama Plornish —dijo la pequeña Dorrit. ¿Y dónde vivía Plornish? Plornish vivía en la Plaza del Corazón Sangrante. Era «un simple yesero», dijo la pequeña Dorrit para que Clennam no imaginara que Plornish pertenecía a una clase social elevada. Vivía en la última casa de la Plaza del Corazón Sangrante y su nombre aparecía en una pequeña verja. Arthur tomó nota de la dirección y le dio la suya. Había hecho ya todo lo que se había propuesto por el momento, si bien quería que la pequeña Dorrit quedara convencida plenamente de que podía confiar en él. —Aquí tiene a un amigo —dijo, guardando la agenda—.