La intento seguir mientras camina por las calles de Las Vegas strip con un humor de madre. Esta insultando a todo el mundo comenzando por el gobierno del Estado de Nevada. Camino más rápido intentando alcanzarla, pero la única manera de hacerlo es corriendo.
—¡¿Puedes detenerte?! —le pido al llegar a su lado.
—¡No, no puedo! ¡Necesito encontrar un abogado! —exlcama sin mirarme.
—¡Claro, y lo vamos a encontrar aquí! Por si no te das cuenta lo único que hay son capillas, el pawn shop del programa de televisión, casinos, hoteles, bares, en fin, de todo menos abogados... —
—¡Si, me doy cuenta! ¡Y también me doy cuenta de que me he casado con un idiota! Al parecer esto a ti ni te afecta, pero a mi sí. No tienes ni idea de quién soy yo. —me dice borde y esta vez sí se detiene en medio de la acera.
«Bien, por lo menos se ha detenido... para gritarme e insultarme, pero lo ha hecho.»
—Mira, no sé quién eres, pero me doy cuenta de que eres una engreída. Tú tampoco sabes quién soy yo y créeme que esto me afecta más a mí que a ti. — le aclaro.
—A mí no me hablas a si... Me advierte. —Te comento que soy hija de una de las familias más influyentes de California, me estoy por casar con un empresario muy importante, pero ni vayas a creer que vas a poder sacarme un dólar con todo esto ¿Entiendes? — Me dice amenazante.
«Una niña de papi, genial... de los miles de mujeres que hay aquí en Las Vegas y con las cuales podría haberme emborrachado hasta la medula, lo hice con ella... Perfecto...»
—Mira niñita, yo no necesito tu dinero ni el de tu familia, ni el de tu prometido, ¿vale? Si quieres saber quién soy búscame en Google... no vendré de una de las familias más influyentes de California, pero también tengo lo mío eh... Y también te aclaro, no obtendrás nada de mí. —le digo enfurecido.
—¡Claro señor Moreno! Lo buscare en Google, seguro tiene un artículo en algún blog importante... —me dice de manera arrogante.
—Vayamos a desayunar antes que nos matemos en plena calle y busquemos una solución a esto, porque de verdad creo que antes que el divorcio terminaremos viudos y no sé si seas tú o yo. —
Camino en busca de un lugar decente donde poder desayunar mientras que ella me sigue sin prestar atención, ya que está muy entretenida mirando su móvil.
—¿¡Eres cantante!? — me grita mientras sigue caminando detrás de mí.
—Sí, supongo que eso es lo que dice Google. —le respondo sin darme la vuelta.
—¡Estuviste nominado a los Grammy! gGrita otra vez.
—Creo que sí, no lo recuerdo bien. — miento.
Sigo caminando, evitando el resto de sus preguntas hasta que su brazo sujeta el mío. —¡¿Por qué rayos no me lo dijiste esta mañana cuando te presentaste?! —me pregunta haciendo que la mire.
—¿Cómo querías que me presentara? Hola, soy Pablo Alborán, cantante Malagueño. Estuve nominado a los Grammy, he hecho duetos con Miguel Bose, Laura Pausini, Ricky Martin, Alejandro Sanz, entre otros... ah y si tengo 27 años... Soy Geminiano, ¿y tú quién eres? —
—Con decirme quien eras en verdad bastaba. —
—No es mi culpa que no escuches música. —le aclaro.
—No te voy a responder a eso... —
—¿Por qué? ¿Demasiado rica para encender una radio? —
—Ufff de verdad mira que podría haberme casado con cualquiera... pero ¿justo tu? —
—Lo mismo pienso. Entremos aquí. —sugiero señalando un Starbucks que hay en la avenida.
—Bien, al menos comenzamos bien con lo que es desayuno. —
—Eso no es difícil... El café es universal. —digo sarcásticamente. —¿Qué tomas? —
—Cappuccino y un Marble Pound Cake. —contesta con su acento americano.
Es realmente insoportable...
—Vale. —
Pido lo que ella me pidió, y pido un café y un muffin de chocolate para mí y luego de que me entregan la orden tomo asiento enfrente de ella.
—¿Qué haces? — le pregunto al ver que abre el sobre de las fotos que me entregaron en la capilla.
—Quiero ver el desastre de anoche. —
—Eres valiente, yo no me atrevo. —comento y tomo un sorbo del café.
—¡Dios! ¡Que desastre! —dice asustada al ver la foto.
—A ver... Ya me gano la curiosidad. — ella me pasa la foto y creo que escupiré el café que acabo de tomar. Somos ella y yo besándonos de una manera que parece difícil de creer... —Vaya... ya entiendo cómo es que terminamos casándonos... Estábamos un poco más que eh,,,, como lo digo ¿excitados? —digo entre risas.
—¡No es gracioso! —me grita.
—Perdón... Es que no sé ni cómo tomarme todo esto... — le confieso.
—Se adulto y ayúdame a solucionar esto.
—Tu vives en este país... busca un abogado. — exijo.
—Claro, porque el españolito famoso no puede buscarlo... —
—¡Mas respeto que tus padres también son españoles! —le advierto.
—Vale, lo siento... estoy nerviosa. —
—Yo también debería estarlo… —estoy a punto de decirle el porqué, cuando mi móvil comienza a timbrar y al ver quien es me sorprendo.
—¿Qué sucede? —me pregunta al ver mi cara.
—Una de las personas que lleva mi carrera... —le aclaro y luego respondo la llamada de Hope.
**Llamada telefónica**
—¡Pablo Moreno Alborán Ferrándiz! — me grita al otro lado de la línea y se que estoy en problemas.
—Hope... —es lo único que le puedo responder.
—¡¿Se puede saber cómo rayos has terminado casándote en Las Vegas?! —me grita. —Se supone que ibas a grabar tu disco en Miami. —
Genial... ya no solo me grita mi "esposa" si no también mi manager... vamos bien...
—¡Ha sido un accidente! Vinimos a celebrar la despedida de soltero de Lolo y el alcohol llevo de una cosa a la otra... no sé ni quien es ella, pero estamos buscando como divorciarnos. —le aclaro.
—¡Ni se te ocurra hacer eso! Alguien te reconoció en la capilla y la noticia está en todos lados. No puedes salir ahora y decir que es consecuencia de una noche de copas; eso te arruinaría y tienes un disco que saldrá dentro de poco. — me advierte y creo que la que ha tomado alcohol ahora es ella.
Me pongo de pie y me alejo un poco de Jacqueline.
—Hope, ¿Qué me estás diciendo? Esta mujer es una desconocida... ella está comprometida con otro... esto ha sido un error... además no la soporto. —intento explicar.
—No me importa. El divorcio ahora no es una opción. Nadie creerá en las letras de tu disco si sale a la luz que te casaste en una noche de borrachera en Las Vegas. Habla con la chica, no se... arregla esto, pero el divorcio ahora no. ¿Me entendiste? —
—Veré que hago. — le respondo y termino la llamada.
**Fin de la llamada**
No tengo ni idea de que debo hacer, esta mujer me matara apenas pronuncie la frase "No nos podemos divorciar" Estoy en problemas... muy serios... o muero a manos de ella o de mi mánager... o simplemente me volveré loco soportándolas a las dos...