Amanda quien era una experta en manipulación, comenzó a llorarle al hombre y victimizarse por lo que le había dicho. Así pues que soltando grandes lagrimas sobre sus mejillas le dijo lo siguiente: —¡Henry me has ofendido! ¿cómo puedes hacerme esto? Primero, tengo dolor menstrual y mucha jaqueca, segundo, estuve todo el día triste porque pareciera como si te hubieras arrepentido de dejar a Rosa. ¿Y ahora vienes a decirme que pareciera que hubiera tenido sexo? —Es que… pareciera, pero yo… Amanda lo interrumpió y le dijo: —¡Vete Henry, vete de nuevo ¿sí?! «Rin… rin…» sonido de timbre. Amanda, se asustó mucho al escuchar el timbre sonar porque creía que era Ivan. Por lo tanto petrificada fue a ver quién era el tocaba. Luego, la mujer al ver por el ojillo de la puerta vio que era nada más