Ante mis palabras Gael me mira completamente sorprendido y sin poder creer lo que acabo de decir. —¿En serio? ¿¡Cómo puede ser eso posible!? —preguntó. —Es la verdad, solo he estado con un hombre en toda mi vida, y termine con él hace más de tres años, desde entonces no he vuelto a estar sexualmente con nadie —le dije mirándolo directamente a los ojos. —No entiendo que tipo de matrimonio tienen tu y mi padre —expresó con frustración. —Te juro que no es el tipo de matrimonio que tú crees, la verdad es que Héctor... —hago una pausa al sentir un terrible mareo, pero cuánto me tambaleo Gael me toma de la cintura sostiéndome. —Debes descansar —dijo ayudándome a recostar en la cama. Minutos después Héctor volvió a la habitación, y Gael se alejó de mí en cuanto lo vió entrar. El doctor lle