ELIGIENDO FRIAMENTE

1164 Words
LUKAS DOMINIK Tuve tres reuniones de las cuales no pude concentrarme, este asunto me tiene algo distraído, tengo que solucionarlo lo más pronto posible, si no resuelvo esto terminara consumiéndome, no quiero tener nada que ver con esa mujer, si es de lejos mejor. Al regresar a casa preparé mi maleta para salir al día siguiente a mi búsqueda, no tengo la más mínima idea si tendré suerte en esto. Simplemente, fingir hasta que ese momento llegue, si es fuerte mejor, porque así no se volverá loca y entre menos sepa de nuestras costumbres mejor, no voy a seguir complicándome la vida. Vivo solamente yo en esta enorme casa, tres son los sirvientes que tolero, ellos me conocen muy bien, tratan de no irritarme porque conocen mi genio. A la mañana siguiente me levante muy temprano, no pude dormir nada anoche, me puse ansioso, lo que tengo que hacer es irme y que la suerte me acompañe, mis padres y abuelos no saben nada de mis intenciones. Todo este asunto lo he estado postergando por años, he meditado cada paso que daré, no quiero complicarme mi futuro.  Arno va por mis maletas a la habitación, mientras yo desayuno, viajaré en mi jet privado, porque de esa manera puedo regresar a la hora que quiera sin ningún atraso. Soy hombre de una sola palabra, que cuando tomo una decisión nadie me convence de lo contrario, para todos soy un frío calculador, una máquina de hacer dinero. Al llegar al hangar donde está el Jet privado, le digo al piloto que salgamos de inmediato, para poder llegar a un de día, alquile una villa para tener paz, mientras exploro los alrededores. Mis expectativas son altas, espero poder encontrar a esa persona que busco, no me gustaría volver con las manos vacías. El jet ha despegado, solamente es cuestión de horas para que esté en ese país, ahí simplemente seré un hombre ordinario, sin dar muchos detalles de mi vida. La villa que reserve esta retirada de la ciudad, hice las gestiones para alquilar un vehículo en el que me transportaré, llevo conmigo a Arno, por si me toca hacer algunas gestiones de las cuales requiera de alguien de confianza. —Señor, estamos por llegar. —Avisaste que enviaran el auto a recogernos. —Si señor, me imagino que ya debe estar esperándonos. —Eso espero, ¡Ah! Otra cosa no le vayas a revelar mi identidad a nadie, no quiero ser acosado, quiero ser alguien común en este país. —Como usted ordene. Al llegar todo iba bien, el auto fue responsable en recogernos, nos llevó a la villa, estoy algo cansado, decidí descansar y salir a explorar hasta el día siguiente. Ya Arno tiene un itinerario para mí, durante el día me llevara de pase a ver los edificios de la ciudad y ver si algo me llama la atención y en las noches me llevara a los centros nocturnos, donde las mujeres abundan. Al día siguiente salimos de la villa para explorar el sitio, me llevo a los sitios más llamativos de la ciudad, no ando por placer del todo en este país, sino por ver que me encuentro, necesito resolver este dilema, lo más pronto posible. Cuando Arno detiene el auto bruscamente. —¿Qué paso? —¡Lo siento señor! Alguien se me atravesó. —¡Algún animal! —No lo creo, solamente vi el reflejo. —Arno se baja a para ver cuando una chiquilla le golpea el hombro. —Animal donde aprendiste a conducir, casi me atropellas. —Lo lamento, señorita, pensé que yo la llevaba. —Es que acaso no te enseñaron las señales de tránsito, que increíble, mira me echaste a perder la tarta. —En ese momento decido bajarme. —Si desea le puedo comprar una nueva. —¿Usted quién es? —Me llamo Lukas. —Miré señor "Lukas" esta tarta la hice yo, ni se imagina lo que me costó, para que usted y su mal chofer me la echaran a perder. Me quede viendo a esa jovencita, es hermosa de apariencia y al parecer tiene su carácter, su vestimenta no es sencilla, al parecer es de buena familia. Me quede observándola mientras le dices sus verdades a mi chofer. —Usted que tanto me mira. —Simplemente, estaba preocupado, creí que estaba herida. —Pues no lo estoy, solamente mi tarta se echó a perder. —Si desea la puedo llevar a su casa. —No me subo a autos de desconocidos. —No soy un desconocido, le he dado mi nombre. —Y supone que nací ayer, no se equivoque, soy joven pero no ingenua. —Me ha malinterpretado, lo que pasa es que quiero ver como remediar el daño que hizo mi chofer. —No se preocupe lo hecho, hecho está, no voy a llorar por la leche derramada, veré si puedo hacer otra, iba rumbo al trabajo de mi padre. —Por eso déjeme llevarla. —Estoy tratando de ser amable con ella y dejar una buena impresión, pero con ella es muy difícil. —No se preocupe, sé llegar sola a mi casa. —Ella se aleja de nosotros, me quedo observándola por unos minutos hasta que desaparece de mi vista. —Nos vamos señor. —Sí, llévame a la villa, quiero que investigues quien es esa mujer y que hace, que come, quienes son sus padres, quiero todo de ella. —Como ordene, señor. —Con ella no vale la amabilidad, al parecer tiene mal genio, creo que encontré a la candidata perfecta, y si es de buena familia, mucho mejor. Me quede meditando y esperando a Arno, para ver que ha investigado de ella, ojalá que sea la indicada, porque no perdería el tiempo, lo único que debe tener es un apellido reconocido, lo demás no importa. Porque el matrimonio tiene que ser creíble, tanto para mis padres como para la sociedad en sí, al igual para ella, que bueno que aún existe el amor a primera vista. Al caer la noche Arno llega por fin, espero ansioso sus novedades, entra a la sala donde me encuentro bebiendo, soy tolerante al alcohol, no me emborracho tan fácilmente. Él entra con un sobre grande en sus manos. —Encontraste algo interesante. —Si, señor. —Me entrega el sobre, miro las fotografías que contiene. —Ella es hija de un reconocido hombre de negocio llamado Dennis Naranjos, quien tiene tres hijos, dos varones y la joven, quien tiene veintitrés años, ella está en su último año de carrera en la universidad.  —Interesante, sigue. —El hombre ha acumulado una gran deuda que lo está llevando a la quiebra, al parecer la joven ignora todo eso.  —La madre de ella. —No hay registro de ella, simplemente un día desapareció dejándolos a todos. —Entonces solamente tengo que convencer al padre, y al parecer eso será sencillo, Arno consígueme una cita con él. Daré mi mejor actuación.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD