PRÓLOGO
Millonario loco y enamorado es una novela exclusiva en la plataforma Dreame y Sueñovela.
Escrita por Andrea Paz PS y registrada en SafeCreative bajo el código: 2106298208208.
Se prohíbe cualquier copia parcial o total de la obra, ya que estará infringiendo los derechos de autor.
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¡Tin, tin, tin, tin!
—¡Papá, mamá, les tengo una noticia! —Llamo la atención de todos, mientras golpeo la copa con el cuchillo. Los ojos de la familia quedan puestos sobre mí. Mi madre pone una de sus manos sobre su boca y la otra la agita con emoción.
—¡No me digas que al fin te vas a casar! —exclama emocionada, casi al borde de las lágrimas. Chasqueo la lengua y niego.
—¡Pero si ni siquiera tengo novia, madre! —bufo con pesadez. Me vuelvo a aclarar la voz— ¡Al fin me han aprobado el crédito, para mi empresa de comunicaciones! —exclamo, y lo único que veo es decepción en sus miradas.
—¡Bien por ti hijo! —exclama el abuelo, dándole un largo sorbo a su copa. Los demás retoman sus conversaciones o siguen cenando. Resoplo molesto, ya que jamás me han apoyado en nada de las cosas que hago. Observo al abuelo, y sonrío al verlo intentar rescatar su placa desde dentro de la copa.
—Yo te ayudo abu. —Le digo al viejo que sigue sin poder rescatar sus dientes.
Me pongo de pie y salgo al jardín. La casa de mi hermana, si es que le podemos llamar casa, porque es una tremenda mansión, está decorada con luces de colores por doquier, los niños corren y los adultos continúan en la mesa hablando de los triunfos de mi queridísimo cuñado, que en el momento en el que le planteé mi idea, se río de mí en mi propia cara.
“¿Cuánto?”. “Estás loco”. “No va a funcionar”. Fueron sus palabras.
Enciendo un cigarrillo y le doy una larga calada, suelto el humo lentamente justo en el momento en que uno de mis sobrinos se me acerca.
—Tío Matías, ¿Qué es un crédito? —pregunta el chiquillo al pararse a mi lado. Sonrío al pensar que él y mi abuelo, probablemente fueron los únicos que me pusieron atención. Largo un suspiro.
—Cuando uno tiene buenas ideas y no tiene dinero para hacerlas, le pide dinero prestado al banco, —explico— y ellos ven si tu idea es buena o no, para hacerte el préstamo. —finalizo, tratando de explicárselo de la forma más sencilla.
—¿Así como el Monopoly? —pregunta curioso y sonrío al pensar en la lógica que aplicó, ya que está en lo correcto.
—Si, muy parecido a eso. —contesto
—Eso quiere decir que tu idea es buena entonces. —cuestiona y asiento sonriente. Me agacho a su altura.
—Es tan buena, que me prestaron más dinero del que pedí. —Le susurro— Pero es un secreto entre tu y yo, ¿Sí? —Le tiendo la mano, para sellar nuestro secreto, Martín asiente sonriente y me estrecha la mano.
—Me caes bien tío Matías, no eres como los otros adultos. —dice sonriente.
—Tú también me caes bien Martín, eres mi sobrino favorito. —Le guiño un ojo y el chico sale corriendo con una sonrisa en el rostro.
Termino el cigarrillo, meto mis manos en los bolsillos del pantalón y vuelvo a entrar a la casa, mis familiares conversan en la sala. Los observo y me siento tan ajeno a todos, como si fuera un extraño, y sólo estamos personas de la familia y la servidumbre.
Podríamos decir que soy la oveja negra de la familia. Mi hermana Mónica estudió Administración de empresas, aunque nunca la ejerció, ya que se casó con Patrick Myers, un prestigioso y reconocido arquitecto, que además tiene una empresa contratista que se hizo muy famosa transformando y restaurando casas en un programa de televisión, así que es toda una celebridad.
Por otro lado están mis padres, que llevan juntos desde la secundaria. Mamá era dos cursos menor, y según lo que ellos cuentan, se enamoraron a penas se vieron.
Se casaron apurados, ya que mamá con 18 años estaba embarazada de mellizos: Mónica y yo. Mis abuelos fueron firmes, o se casan, o no se ven jamás en la vida, por lo que ambos se casaron en menos de un mes, sin tener nada.
Papá entro al ejército, donde con perseverancia y constancia se transformó en Mayor, mientras mamá se dedicó a educarnos y cuidarnos.
Como se podrán imaginar, mi padre puso todas sus fichas sobre mí, el único hijo varón, esperando que me convirtiera en un militar de alto rango igual que él, pero su decepción conmigo comenzó cuando le dije que quería estudiar Ingeniería en Telecomunicaciones, lo que le tomó tres meses sin dirigirme la palabra.
La curiosidad por las telecomunicaciones y las redes, comenzó desde muy chico, cuando jugaba con la señal de radio de onda corta y juraba por lo más sagrado que había establecido algún tipo de lenguaje no verbal con seres de otro planeta. Hasta me hice un cuaderno con anotaciones, donde los marcianos me decían con claridad, que nos admiraban por la capacidad de crear música, así que con mi walkman y el volumen a todo lo que daba, les ponía canciones de ACDC o Van Halen. Y debo confesar que alucinaba con la idea de los extraterrestres escuchando rock.
➷ 3 años después ➹
—Entonces tenemos un trato Matías. —Me dice Albert— ¿O te debería llamar socio? —pregunta sonriente.
—Sólo dime Matías, finalmente, llevamos trabajando un largo rato juntos, ¿no? —pregunto con una sonrisa que, estoy seguro, me parte la cara. Los brindis y los aplausos de los invitados no se hacen esperar, por lo que sólo puedo seguir sonriendo, por lo feliz y realizado que me siento.
Camino hacia uno de los garzones para dejar mi copa vacía, tomar una nueva y seguir saludando gente y recibiendo las felicitaciones.
—¡Mati! —Me llama Josephine. Me acerco a ella sonriente.
—¡Hola Pin! —La saludo con un beso en la mejilla y un abrazo— Me alegra que hayas alcanzado a llegar. —Le ofrezco mi brazo y comenzamos a caminar, recorriendo lo que serán las nuevas oficinas de Smart-Co.
—Mi jefe a penas me dejó salir unos minutos antes. —Se queja, por lo que frunzo el ceño, ya que si la invité es por algo.
—Deberías renunciar a ese trabajo, tu jefe es un negrero. —Chasqueo la lengua, aún con el ceño fruncido.
—¡Me encantaría! Pero no puedo, sabes que hace poco me fui de casa, y las cuentas no se pagan solas. —dice sonriente.
—¡Claro que puedes! —exclamo y su expresión de duda me saca una sonrisa.
—¿Qué tramas?, ¡Anda al grano de una vez Matías Archer! —exige y suelto una carcajada. Me abro la chaqueta y saco de mi bolsillo un sobre, el cual le entrego de inmediato. Ella lo mira con duda sin comprender nada. Lo abre y sus ojos se abren como platos.
—¿Estás loco? —cuestiona y niego.
—Creo que esos son los valores de mercado, ¿no? —asevero y ella asiente.
—Claro, pero de una compañía más… renombrada. —afirma.
—Si te invité a esta cena, es porque me acabo de asociar con Albert Griffin. —comento altivo, por lo que chasquea la lengua, incrédula— ¿Para qué te voy a mentir, Pin? —cuestiono, señalándole con la copa que voltee a ver por ella misma. Sus ojos color miel, centellean, se pone roja como un tomate al ver que el famoso empresario de las telecomunicaciones, me alza la copa, devolviéndome el saludo.
—¡No lo puedo creer!, ¡No lo puedo creer!, ¡No lo puedo creer! —decía la castaña, dando pequeños saltitos de emoción.
—Créelo nena, ahora serás la asistente personal de uno de los socios de Smart-Co. —rebato con suficiencia, mientras muevo mis cejas de arriba abajo. Me abraza con fuerza, por lo que rompo en risa, mientras se toma al seco la copa de espumante y le hace un gesto a uno de los garzones para que le traiga otra.
Jamás voy a entender qué paso entre Josephine y yo. La chica es guapa, muy guapa, elegante, culta; el sueño que cualquier suegra desea para su hijo soltero, pero desgraciadamente, lo nuestro no funcionó, ni siquiera inició. Tan solo cruzar un par de palabras con ella y cada uno envió al otro a la friendzone, cerrando con candado cualquier tipo de cercanía de otro tipo. Pues ya ni modo, Pin, se convirtió en mi mejor amiga, y con quién podía excusarme con mis padres para salir con tranquilidad, dándoles la falsa ilusión de que éramos novios.
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¡Hola mis bellas!
Estoy muy emocionada con este nuevo proyecto en el que he estado trabajando para ustedes, así que espero le den todo su apoyo y lo disfruten conmigo. Les cuento que con esta historia también estaré participando en el concurso de Jefes/Millonarios.
Espero les guste tanto o más que No eres tú ¡Soy yo!, Mi Opuesto Complementario ó Mientras Dormías. Si aún no las has leído, te invito para que les des un ❤ y las agregues a tu colección.
Como siempre, denle todo su amor capítulo a capítulo, ya que estaré contestando todo lo que me quieran decir en r************* o en los comentarios de la aplicación.
No olviden que me pueden encontrar en f*******: @Andreapps.paz e i********: @Andreapps_paz
¡Las quiero mucho!
Andrea Paz.