—Esto se acabó. Ahora ella es la reina y señora de todo lo que es mío y ustedes se van. Apunte con mi dedo a la salida. — ya se presentaron, ahora quiero que se vayan. —De no haber sido por nuestra reina jamás habríamos pasado a ver tu apartamento. Eres muy malo. Queremos conocerla más. — Asmodeo estaba ofendido, pero me importaba un bledo. —Se van. Queremos descansar y retiro la invitación. —Dije serio y ellos estaban bien seguros de que si no se levantan los hare aparecer en el ártico. —¡NO SERIAS CAPAZ!. —Belcebú se puso de pie y mis hermanos lo imitaron. —No jueguen con mi paciencia. —Los miro de una forma que solo ellos conocen. —Está bien. Un placer conocerte mi reina, ya habrá tiempo para conocernos más. — Levy y los demás salieron después de despedirse de mi mujer. —Los veré