-¿Ser egoísta te hizo feliz? ¿Te ayudó con tu hermano?
-No digas estupideces.
-Tú eres el que dice estupideces, deja de actuar como tarado.
-¿Qué hace tu Collin, por ti? ¿Qué?
-Con Collin, me convertí en la mejor versión de mi misma, eso nunca hubiera sido posible sin el “sentimentalismo”, él me dio un propósito, y merece la pena, toda la pena.
-¿Lo amas?
-No sabes cuánto.
Suspiró inconscientemente.
-No te creo.
Trató de convencerse a sí mismo que no estaba siendo honesta.
-¿Qué quieres que te diga? ¿Cuánto lo quiero?
-Bueno, sí, quiero escucharlo, siempre has tenido problemas para expresarte.
-Lo amo, estoy…, ni yo misma sé hasta dónde me arriesgaría por él.
-¿Ha arruinado tu vida casándote con él, porque crees que lo amas? Es lo más ridículo que he escuchado.
-No creo nada
