Cuando Giulia tuvo que reunirse con la chica de primer año, tuvo que ir hasta los suburbios que jamás en su vida había pisado, pero tuvo que hacerlo en transporte público, ya que si llevaba un auto así de sospechoso, podrían pensar que robarla sería cosa fácil, y ella era de todo, menos tonta como parecía. Al hacer acto de presencia en casa de la chica, esta le recibió con una sonrisa muy cálida, fue tanto que ella se quedó por un momento helada, sin saber muy bien cómo responder ante eso, y no es que fuera una maleducada, pero de verdad no estaba muy acostumbrada al cariño expresado de tal manera. Incluso la abrazó, dándole la bienvenida a su hogar, algo que jamás había vivido dentro de lo que destacaba personas desconocidas, ya que a pesar de querer entrevistarla, seguía siendo una per