P.O.V. AMANDA
Lo aparté de mí después de ese beso y créanme que me costó todo el autocontrol del mundo hacerlo. Era como si mi mente y mi corazón no se pusieran de acuerdo.
Mi respiración era un poco agitada, pero traté de recomponerme.
— No actúes como si no hubiera pasado nada Riley. Vine aquí para hablar, así que hablemos.— Le dije con tono firme
Edmund suspiro profundamente mientras pasaba sus manos por su larga cabellera.
— Acompañame. No puedo decírtelo aquí.— Dijo extendiendo su mano para que lo acompañara
— Bien, te sigo Riley.— Dije con tono de indiferencia mientras me cruzaba de brazos y a él no le quedó más que bajar su mano y resoplar
— De acuerdo, es por aquí. Sigueme— Se giró dándome la espalda y comenzó a subir unas escaleras de caracol hasta el segundo piso del bar
