P.O.V. AMANDA
Gracias a la desgraciada tormenta no pude dormir mucho. Había dormido rico las escasas horas que pude, pero no fueron suficientes.
La cama de Nathan era mucho más grande y cómoda que la mía.
Mi maldita alarma sonó y me removí bajo las sábanas para apagarla. Quería seguir durmiendo, pero entonces parecía que había un sismo y la cama se meneaba. Me levanté de golpe ganándome un mareo que me hizo agarrarme la cabeza.
— Mandy ,despierta. Dijiste que tenías muchas cosas que hacer hoy. Se que no dormiste bien y — Al mirar mi aspecto cambió un poco su expresión— realmente no luces bien.
¿Estás segura que debes hacer trámites hoy?
Yo no respondía, seguía aturdida y adormilada, parpadeaba mis ojos arenosos tratando de enfocar bien. Mi cerebro acababa de procesar que no había ni
