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—Las cosas pasan por alguna razón ¿No?—explico con cierto aire de pena. —Si—asevere. —Pero quizás ahora, si tú quieres claro, podemos estar juntos—solté una pequeña risita coqueta. De querer, claro que tenía muchas ganas, pero todo estaba pasando demasiado rápido y había ciertas circunstancias que aún me hacían dudar de lo que estaba pasando. —Aún no lo sé— expresé con timidez. Escuche un sonido de sus labios algo parecido a un chasqueo, pero no supe deducir porque había hecho aquel sonido. —No has cambiado nada—dijo finalmente después de un segundo de silencio. Me pareció que mi respuesta le había enternecido. —¿Por qué lo dices? —Recuerdo que eras tímida cuando nos conocimos, callada y muy tierna. En mi mente aún guardo ese recuerdo tuyo y la verdad estoy muy feliz que sigas siendo