Donovan había viajado por negocios, hoy era el tercer día sin él, pensé que no verlo por un par de días harían que me sintiera bien, pero era todo lo contrario, ahora solo podía imaginar lo que él me haría a su regreso. Él ni siquiera me avisó, simplemente se fue, dejándome sola en esta enorme mansión, la unica compañía que tenía era de Octavio, que no estaba muy agusto conmigo. Nosotros estábamos en la habitación que me había dado Donovan, sentados en la cama viendo o tratando de ver una película. — Puedes dejar de mirar de esa manera — Me pidió. — ¿De qué manera? — Le pregunté. — como si estuvieras contemplando el s******o — Yo agache la mirada de inmediato, la verdad es que si lo había pensado, Pero ahora hasta eso me daba miedo. — ¿Tan mal te fue con él? — Me preguntó. Las lágrim