Su mandíbula se apretó ante sus palabras. ¿Y por qué demonios la estaba imaginando con ese atuendo de todos modos?
- Bott…- dijo ella, con un tono de advertencia definido en su voz.
- Oye, ya que no puedo ir contigo, ¿crees que podrías tomarte una foto con el atuendo que te coloquen y dármela cuando regreses?
¡Ok, eso fue ir demasiado lejos!
- ¡Bott!- gritó, avanzando hacia él y haciendo crujir los nudillos amenazadoramente.
- Oh, vamos- se rio, retrocediendo y levantando las manos en defensa- ¿Solo una foto?
- ¡Eso es todo!- gritó, arremetiendo contra él, pero Bott había estado esperando su ataque y se echó a reír, corriendo a toda velocidad por la calle hacia su casa, sin duda esperando que ella lo persiguiera.
Y lo persiguió.
Tenía suerte de que ella se iba por un tiempo, de lo contrario tendría que golpearlo hasta dejarlo sin sentido durante los próximos días por hacer una solicitud como esa.
XXX
Bott caminó penosamente de regreso a su propia casa justo cuando las últimas tiendas y restaurantes de Kono estaban cerrando. La comida en su estómago finalmente lo alcanzó y estaba comenzando a sentirse somnoliento.
La pequeña persecución a la casa de Sasha terminó con ella dándole un poderoso golpe con el puño a su cuerpo como siempre, pero por suerte para él, le había salvado la cara y en su lugar lo había golpeado lo suficientemente fuerte en su hombro como para darle un brazo muerto. Incluso ahora, el sentimiento solo estaba comenzando a fluir hacia él. Aunque en realidad no le importaba. Estaba feliz de haber podido ayudarla a dejar de pensar en sus problemas incluso por un momento. Ella se veía muy nerviosa y aturdida en la cena y él odiaba verla tan molesta.
No era ningún secreto que él había estado enamorado de ella durante sus años de academia, pero recientemente descubrió que todo el asombro y la reverencia que sentía por ella ahora se debía a que pensaba que era una médica y una oficial extremadamente hábil, no porque él estuviera enamorado de verdad de ella, no la veía de forma romántica y eso estaba bien para él.
No estaba exactamente seguro de cuándo había sucedido, pero su adoración por ella había disminuido y en su lugar creció una amistad increíblemente fuerte, una que apreciaba más que cualquier acción de agarrar la mano o abrazarla.
Él pensó que ella era extremadamente fría, sin duda, toda serena y tranquila en el fragor de la batalla, pero ya no la perseguía como un cachorro perdido. De alguna manera, sabía en el fondo que nunca habría funcionado de todos modos mientras ella abrigara sentimientos tan profundos por Marcos, aunque él personalmente pensaba que se merecía a alguien mejor.
Sin embargo, se dedicó tan completamente a su trabajo que parecía poco probable que alguna vez encontrara a alguien nuevo, él pensó en secreto que aunque era difícil, una misión lejos de la aldea sería buena para ella. Necesitaba un tiempo fuera del hospital.
Bott casi había llegado a su casa cuando vio una figura alta y larguirucha caminando hacia él.
Incluso si no hubiera estado luciendo sus cabellos desordenados o su parche inclinado sobre su ojo derecho, Bott habría sabido que era él en un instante por su pronunciado encorvamiento y el hecho de que caminaba mientras leía un brillante libro naranja.
- ¡Oye profesor!- Bott llamó, corriendo para alcanzar al hombre mayor.
El no había sido su instructor durante años, pero de alguna manera nunca parecía acostumbrarse a llamarlo "capitán", a pesar de que Arlet siempre decía que ser llamado "profesor" lo hacía sentir viejo.
El sonido de su voz fue suficiente para sacar al oficial de su libro y levantó la vista y una mano para saludar a su ex alumno que corría hacia él.
- Hola Bott- dijo, su sonrisa escondida debajo de su máscara, pero el pliegue de sus ojos comunicaba el gesto de todos modos- ¿Por qué estás fuera de casa esta noche?
- Solo estaba llevando a Sasha a casa- dijo el rubio, poniéndose al paso de Arlet a pesar de que caminaba en dirección opuesta a su propia casa. Aunque estaba cansado, había algo que quería decirle al hombre enmascarado antes de partir a su misión por la mañana.
- ¿Ah, si?- Dijo Arlet, controlando su voz con cuidado a pesar de la leve ola de agravio que lo atravesó solo con la mención de su nombre.
Había estado haciendo todo lo posible para olvidarse de su situación toda la tarde y Bott lo mencionó de nuevo.
- Sí, me dijo que ustedes dos iban a una misión mañana en algún lugar lejano.
El joven mantuvo su tono casual, pero en realidad tenía curiosidad por ver cómo reaccionaría su capitán. Arlet había reenfocado su atención en su libro mientras caminaban, pero Bott sabía que no lo estaba leyendo, porque vio a su antiguo maestro tensarse casi imperceptiblemente antes de controlarse y poner su fachada tranquila en su lugar.
Arlet estaba gimiendo por dentro. Había esperado que Sasha no revelara los detalles de su misión a ninguna de las personas curiosas que sin duda le estaban preguntando, pero parecía que al menos se lo había dicho a Bott y probablemente al resto de su equipo. Ahora la pregunta era, ¿Cuánto había dicho?
- Dijo que estaba muy nerviosa- continuó Bott, entrelazando los dedos detrás de la cabeza mientras caminaba- Pero le dije que no se preocupara. Ella siempre encuentra la manera de superar situaciones difíciles
- Eso sí- respondió Arlet sin apartar los ojos de su página con orejas de perro.
- Sí- dijo, decidiendo dejar caer la bomba- Incluso si tuviera que desvestirse y bailar para hombres extraños, estoy seguro de que hará lo mejor que pueda
Arlet estuvo a punto de dejar caer su libro ante el comentario de su ex alumno, pero logró disimular bien su sorpresa y se detuvo en seco, finalmente prestándole toda su atención.
- Esta no es una situación fácil para ninguno de los dos- dijo de manera uniforme, sin saber a qué se refería Bott.
- Estoy seguro de que no, especialmente porque ella tiene que aprender todo de ti
- ¿Qué estás tratando de decir?- preguntó el hombre más alto rotundamente, cansado de las insinuaciones del rubio y queriendo ir al grano.
- Todo lo que digo es que esto es lo suficientemente difícil para ella. No hagas nada para hacerlo peor- Dijo Bott, cruzando los brazos a la defensiva sobre su pecho.
- ¿Y cómo propones que haría eso?
- Bueno... quiero decir... ya sabes...- comenzó a inquietarse mientras trataba de encontrar las palabras adecuadas- Como lo que hay en tus libros. Como… cosas pervertidas.
Arlet suspiró pacientemente, sabiendo que su alumno tenía buenas intenciones, pero algunas cosas eran simplemente inevitables.
- Bott, no sé si alguien te lo ha dicho, pero los clubes de caballeros están llenos de cosas pervertidas y es mi trabajo asegurarme de que Sasha esté preparada adecuadamente para eso.
- Lo sé- se quejó mirando hacia la roca que estaba tocando con su sandalia antes de reunir su coraje y señalarlo con un dedo acusador- Es solo que… es mejor que no te aproveches de ella, porque si lo haces y yo me entero, ¡Puedes estar seguro de que tanto Grisha como yo vamos a patear tu trasero!
Arlet tenía que admirar el coraje del niño, pero con toda honestidad, la idea era un poco ridícula. Él no quería ser el que entrenara a Sasha más que ella y la idea de ver su cuerpo de niña con un atuendo escaso, sacudiendo su ausencia de curvas iba a ser un poco incómodo por decir menos. Enseñarle a bailar sería aún peor, pero era lo que le habían asignado y lo haría, con o sin las amenazas de Bott.
- Aprecio tu preocupación, pero no va a pasar nada. Haré lo que tenga que hacer, nada más, nada menos.
Por un momento los dos hombres se miraron el uno al otro y Arlet pudo sentir unos penetrantes ojos azules evaluándolo como si estuviera tratando de ver a través de cualquier mentira que pudiera estar diciendo. Justo cuando se preguntaba si lo miraría toda la noche, Bott extendió su mano en un gesto inesperado y esperó a que su capitán se la estrechara.
Vacilante, apretó su mano callosa con la suya y Bott le devolvió el apretón.
- Cuida de ella, Arlet- dijo en voz baja, pero con seriedad mientras se estrechaban la mano- Esto será realmente difícil para ella
- Lo sé y lo haré- respondió, soltando su mano y colocándola de nuevo en su bolsillo mientras la otra sostenía su libro.
El rubio asintió aparentemente satisfecho con su conversación y luego, de la nada, le mostró su sonrisa habitual.
- Bueno, ¿entonces supongo que te veré cuando regreses?
Él bajó la cabeza en afirmación.
- ¡Muy bien, buenas noches!- Dijo antes de caminar de regreso en la dirección por la que habían venido, hacia su casa y su cama.
Arlet miró su espalda por un momento, su mente repitió su inesperada conversación. La idea de aprovecharse de Sasha honestamente ni siquiera se le había pasado por la mente y se rió suavemente ante la reacción exagerada de Bott. Planeaba ser nada más que completamente profesional en este viaje y asumió que su compañera haría lo mismo, aunque no tenía ninguna duda de que necesitaría una cantidad infinita de paciencia para el entrenamiento que le esperaba en los próximos días.
Sasha había sido bastante inocente e ingenua cuando la conoció y supuso de alguna manera que todavía lo era. Ella se había endurecido en la batalla a lo largo de los años y había visto su parte justa de derramamiento de sangre, pero en cuanto a los pensamientos malvados de los hombres y lo que deseaban hacerle a una mujer hermosa, dudaba que supiera mucho más de lo que había leído en los libros de medicina.
A estas alturas estaba demasiado oscuro para leer, ya que las linternas se habían apagado cuando la gente del pueblo se acostaba. Se guardó el libro en el bolsillo y se metió ambas manos en los bolsillos mientras continuaba su camino de regreso a su propio apartamento, sabiendo que la mañana llegaría demasiado pronto.
XXX
Sabía que debería estar durmiendo ya que mañana tenía un día ajetreado, pero no podía hacer que su mente dejara de dar vueltas con pensamientos interminables sobre la misión… y Marcos.
Estaba bastante harta de pensar en él, pero no pudo evitarlo. Su reacción de hoy no había sido más que descorazonadora, aunque no estaba segura de lo que esperaba de él. ¿Qué dijera que pensaba que la idea de que ella bailara era sexy? ¿Qué sabía que ella sería buena en eso? Sabía que era absurdo, pero en el fondo tenía la esperanza de que a través de su mortificación, algo bueno saliera de ello, como que él finalmente viera lo que había estado frente a él todos estos años.
Supuso que era demasiado pedir.
Aunque cada fibra de su ser no quería tener nada que ver con la misión, sabía que tenía mucho que demostrar. Todos esperaban que ella se cayera de bruces, que apestara por completo por ser sexy. ¿No es por eso que venía Arlet? Él la instruiría sobre cómo ser sexy ya que aparentemente ella no tenía ni idea y era un poco ofensivo pensar que estaría recibiendo tales lecciones de un hombre .
Sasha se dio la vuelta y resopló para sí misma, dejando escapar un poco de la frustración reprimida que había estado albergando todo el día.
Les guste o no, ella concluiría con éxito esta misión. Estaba cansada de estar detrás de sus otros compañeros de equipo. Incluso Danny era superior a ella la mayor parte del tiempo siempre que no implicara interacción social. Quería mostrarles que era igual de buena, que podía hacer cualquier cosa y hacerlo bien. ¿Y quién lo sabría? Quizás algunos de los trucos que Arlet le enseñara serían útiles la próxima vez que viera a Marcos. Tal vez para cuando regresara, irradiaría atractivo s****l y atraería a todos los hombres en millas.
Ella lo dudaba, pero no le dolía soñar.
Rodó sobre su espalda inquieta y se obligó a dejar de mirar al techo y en su lugar cerró los ojos. Gradualmente su respiración se hizo más lenta, al igual que sus pensamientos acelerados y finalmente se quedó dormida.