El agua caliente se sintió maravillosa y se metió en el baño humeante. Su propio apartamento carecía de bañera y había pasado un tiempo desde que se le concedió tal lujo, especialmente en una misión.
La conversación con Arlet la había dejado llena de alivio. En cierto modo, estaba extrañamente agradecida por el peligroso encuentro de hoy porque había obligado a que el hielo entre ellos se rompiera y la incomodidad a disiparse. Lo que Grisha les estaba pidiendo que hicieran era un desafío para ambos, pero mientras se sentaba en el baño dejando que el agua caliente aliviara el cansancio de su cuerpo, juró una vez más que no fallaría.
Arlet había dicho que cabrones como los que los habían atacado hoy probablemente frecuentarían el club y sabía que no estaba lista para algo así. Necesitaba m
