Cerró el libro de golpe y descubrió que había recogido una copia del Kama Sutra. Bueno, eso se imaginó, ¿no?
Mirando a su alrededor con cautela, vio que las pocas personas en la tienda no le estaban prestando la más mínima atención, así que se arriesgó a abrir el libro de nuevo, incapaz de luchar contra la morbosa curiosidad que tenía sobre el reino del sexo. Su dedo trazó una imagen que parecía una maraña de miembros con sus partes más íntimas mostradas unidas en detalle gráfico en el centro de todo. A pesar de la posición de aspecto incómodo, ambos miembros tenían expresiones de intenso placer en sus rostros y sintió que algo dentro de ella se movía tanto con curiosidad como con deseo.
¿Se sentiría alguna vez de la forma en que se sentían las personas de la imagen? Hasta ahora no habí
