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Necesitaba besarla, quería besarla desde el momento que la vi en ese vestido me ha estado torturando. Se supone que solo iba a ir a buscarla, llegaríamos juntos a ese evento y la gente dejaría de decir que no estábamos juntos. Si me molesta que la gente, especialmente los hombres, piensen que Sofía está disponible porque no lo está. Pero cuando llegué y la vi con ese nuevo peinado y el vestido que mostraba sus piernas, me quedé sin aliento. Podía lidiar con eso hasta que se volteó y me mostró su espalda con la abertura hasta la zona lumbar. Mi cuerpo se encendió como aquella vez que la vi saliendo del baño. Me costó un mundo no arrancarle el vestido en ese momento y tocarla. Me di cuenta de que si yo reaccioné así, muchos también lo harán, y la ira se me subió a la cabeza. ¿Tenía que ser