Julián.
Me sobresalte en el sofá donde me quede dormido escuchaba unos golpes en la puerta, me levanté como pude y llegué a la puerta, al abrir vi a Bruno con una camisa blanca y un jean estaba bien arreglado.
─Que mierda Julián en una hora nos vienen a buscar para ir a la discoteca, porque no te has arreglado ─soltó entrando a mi apartamento.
─¿Qué hora es? ─pregunté pasando las manos por mi cabeza.
─Siete y media de la noche, j***r no te dejaré tomar más, vete a arreglar que das asco ─dijo Bruno.
Caminé a la ducha y me di un buen baño, mi cabeza daba vueltas y sentía ganas de vomitar en todo momento. Luego de vestirse salí del baño muy bien arreglado.
─Ya están esperándonos abajo hombre ─soltó Bruno y asentí.
─Espera ─dije regresando a mi habitación, abrí mi gaveta y saqué cinco preservativos y los metí en mi bolsillo.
─¿Cinco? Que mierda hermano ─dijo Bruno riendo.
─Cinco chicas que hoy tendrán el placer de tener sexo con el cumpleañero ─dije y el asintió.
─Felicidades hermano ─exhaló Bruno dándome un abrazo el cual recibí.
Al llegar a la acera, vi la camioneta de Aarón junto a Dulce y Kriss. Kriss vino hasta mí, me abrazó y me deseo un feliz cumpleaños, Aarón hizo lo mismo y Dulce se mantuvo en su asiento en la parte de atrás, fui hasta ella y le di un beso en la mejilla
─No fue mi intención tratarte así, pero ya sabes lo que pienso de esas cosas ─dije y ella asintió dándome un abrazo.
Nos subimos al auto, yo en el asiento del copiloto y Bruno, Dulce y Kriss atrás, Aarón subió el volumen del reproductor cuando escuché la canción una de mis canciones favoritas en la radio y bajé la ventanilla, saqué mi cuerpo sentándome en la ventana del auto.
─¡Hoy es mi cumpleaños! ─grité y empecé a cantar la canción, escuché los gritos de Kriss y no me importo seguí en la ventana cantando.
─Julián baja de ahí te vas a matar ─gritaba Kriss y solté una carcajada.
Observé la discoteca a los lejos atestada de autos y muchas chicas vistiendo muy provocativas.
Aarón estacionó bajando el volumen de la música y bajé del auto de un salto, caminando a la entrada junto a mis amigos, escuchando la música a los lejos empecé a moverme mi cuerpo mientras caminaba.
─Alguien está muy feliz hoy ─soltó Kriss riendo y tomándome de la mano, pasé mi brazo por su hombro dándole un beso en la cabeza y con mi otro brazo tomé a Dulce.
─Esta noche, nos vamos a morir ─solté tomando de la mesa una de las botellas de vodka.
─¿Porque siempre hablas de la muerte, tienes alguna fascinación con morir? ─pregunté Aarón llevando su vaso a su boca.
─Eso es desde que estábamos pequeños, siempre me asustaba haciéndose el muerto en la clase de natación ─dijo Kriss levantándose de su silla.
─Que barbaridad ─soltó Aarón, levantándose en dirección a Kriss.
Me volteé hacia la pista de baile, recostándome a una de las barandillas del piso VIP, saqué un cigarro y mi encendedor y lo encendí llevándolo a mis labios, vi a varias chicas desde mi posición bailar entre ellas en una forma muy seductora, una pelirroja me miraba mientras apretaba el trasero de su amiga.
─Hombre mira lo que te trajeron ─soltó Bruno entre risas.
Me volteé y Kriss traiga un pastel en sus manos junto a Aarón con unas velas #24.
─Como ayer no nos dejaste cantarte cumpleaños, quizás porque tenías miedo morir, hoy te lo vamos a cantar ─soltó Dulce a mi lado, tomó mi mano y la apretó.
Aarón colocó las velas y todos en coro comenzaron a cantarme cumpleaños, desvié mi mirada a las personas que se encontraban cerca.
─Apaga la vela ─chilló Kriss llevando sus manos a su boca.
─Ni siquiera lo pienses ─dije mirándola sin ninguna expresión.
─Que aburrido eres hombre ─soltó Aarón a su lado.
─¿Alguno de ustedes tiene una Gillette? ─pregunté y todos se miraron entre ellos.
─No ─contestó Bruno, tomando asiento.
─¿Para qué quieres una Gillette? ─preguntó Dulce tomando asiento junto a Bruno.
─Quiero suicidarme, esto que acaban de hacer acabo con mi reputación, que pensarán las chicas que me estaban mirando ─contesté y Kriss soltó una carcajada.
─Vete a la mierda, tú y tus tendencias de loco ─soltó Aarón tomando asiento.
Caminé por un pasillo que daba al baño y entré, fui a uno de los espejos y acomodé mi camisa la abrí un poco más dejando solo los tres últimos botones cerrados.
Al salir vi a la pelirroja frente a la puerta del baño de hombres.
─Feliz cumpleaños ─dijo con una sonrisa en su rostro.
─¿Sabes que sería mejor que un Feliz cumpleaños? ─pregunté y ella mostró una sonrisa asintiendo.
─Un beso de esa linda boca ─solté caminando a ella.
Pasé mi mano por su brazo subiendo hasta llegar a su boca y pasar mis dedos por esta, la llevé a uno de los cubículos, besé su cuello y lo succioné ella bajo sus manos a mi entrepierna.
─Feliz cumpleaños ─dijo.
Llegué a mi pantalón sacando uno de los preservativos, ella lo tomó, me lo puso y de inmediato entré en ella, la escuché jadear y aceleré mis movimientos, la tomé del cuello mientras entraba y salía de ella.
─Me… encanta ─jadeó y tomé sus labios mordiendo su labio inferior.
─¿Alguna vez has conocido a un dios s****l? ─pregunté y ella negó con la cabeza.
─Me presento soy Julián Stone ─solté y sentí sus uñas clavarse en mi trasero.
Después de unos quince minutos más, llegué a mi cometido, estaba arreglando mi pantalón junto a mi camisa, cuando iba a salir del baño, ella me tomó del brazo.
─Ni siquiera te he dicho mi nombre ─exhaló humedeciendo sus labios.
─No me interesa saberlo ─dije soltándome de su agarre y saliendo del baño.
Al llegar a donde estaban los chicos vi a Kriss en los pies de Aarón ya estaba con su lengua en su boca.
─Que asco, creo que me tiraré de este segundo piso ─dije dándole un golpe en el hombro a Aarón haciendo que detuvieran su beso.
─Eres un idiota Stone ─soltó Aarón y asentí.
Caminé hasta Bruno que se encontraba en las barandillas, me coloqué a su lado.
─¿Dónde está Dulce María?- pregunté y él señalo a una chica de cabello fuego bailando con un tipo.
Pero al desviar la mirada vi a una chica de cabello n***o corto, su cabello llegaba a sus hombros, llevaba un flequillo sobre su frente estaba moviendo sus caderas de un lado a otro al ritmo de la música, con sus manos tocaba su cabello y las bajaba hasta su pecho.
─¿Quién esa chica? ─pregunté en dirección a Bruno, él sacó el cigarro de su boca y vio en dirección a donde señalaba a la chica.
─No lo sé, nunca la he visto ─dijo y asentí, saqué un cigarro de mi pantalón y me di la vuelta cuando sentí la mano de Bruno tomarme del brazo. ─¿A dónde vas?- preguntó y esboce una sonrisa.
─Tengo que averiguar quién es esa chica ─solté caminando hacia las escaleras.
Llegando a el primer piso de la discoteca, todo estaba atestado de cuerpos sudorosos, olores desagradables nada como en el área VIP. Pero todo sea por conocer a la chica Misteriosa.
Me detuve cerca del Dj buscando a la chica con la mirada, pero no la veía, El dj hizo una mezcla y empezó a sonar una canción que decía mucho.
Cuando volteé vi a la chica ahí, estaba moviendo sus caderas en ese ritmo seductor de la canción, estaba despalda a mí, pero sabía que era ella, sus movimientos eran tan precisos y sensuales que sabía que era ella, caminé hacia ella pasando por un montón de personas, y llegué a su lado, estaba bailando con sus ojos cerrados mordiendo sus labios.
Me detuve frente a ella contemplándola, cuando abrió sus ojos, eran de un verde celestial, la chica esbozó una sonrisa y siguió moviendo sus caderas.
─¿Quieres bailar? ─preguntó y mi cerebro estaba en shock.
─Claro ─dije tomándola de la mano y dándole la vuelta, su trasero quedo a centímetros de mi erección, llevó una de sus manos a mi nuca y removió mi cabello.
Posé mis manos en su cintura y moví mis caderas en el ritmo en que ella lo hacía, su trasero se pegó a mi erección y solté un largo suspiro en su oído, llevé mi rostro a su cuello y deposité un beso ahí, ella se volteó y me dio una sonrisa, colocó sus manos en mi cuello, tomé su cintura y la acerqué más a mí, su rostro quedó a centímetros del mío y su mirada estaba en mis labios.
La canción acabó y la chica quitó sus manos de mi cuello, y caminó hacia unas personas, la seguí y la tomé del brazo.
─¿Porque te vas? ¿Eres la cenicienta? ─pregunté con una sonrisa en mi boca.
─No, solo iba a la barra a pedir un trago ¿Quieres ir conmigo? ─soltó y asentí siguiéndola.