Capítulo: Perfectos mentirosos parte 2

893 Words
Sabrina se puso lívida al ver a Madison, asintió y se lajeó, lamentó dejarlos juntos, otra vez. —Así que como siempre, no se te da lo de la disciplina, Jackson Lusiak, aquí estás de nuevo, coqueteando en pleno horario laboral, no tienes vergüenza. Jack alzó las cejas, sorprendido de su tono de voz. —¿Acaso esos son celos encubiertos? Madison comenzó a reír con burla. —¿Celos? Tú no me importas nada. Él sonrió. —Eso no fue lo que dijiste, tal vez deba recordártelo. Él intentó acercarse, y ella retrocedió. —¡Estaba ebria! Tú te aprovechaste. Ahora fue el turno de él de reír. —No lo estabas, créeme, sé diferenciar entre una mujer ebria, y otra que no lo está. Ella le miró con rabia. —Mejor cállate, porque solo demuestras que eres un patán, mientras estás aquí, coqueteando con una de mis mejores empleadas, cuando eres mi esposo, debería darte vergüenza, pero como sé que no tienes decencia, veré más tarde de que forma me vengaré de ti. Madison se alejó, él solo rio de sus palabras, y se fue. Fred corrió al salón y se sentó con Marc. —Escuché algo hace un rato, sabías que Madison Cruise está casada con el profesor Jackson Lusiak, le escuché reclamarle porque la señorita Sabrina anda por ahí lanzándose a sus brazos. Marc le miró impactado, pero el chisme que fue escuchado por otros alumnos corrió como pólvora, hasta que todo el salón se enteró. Cuando Jack entró a dar su clase los observó. —Chicos están apáticos, los llevaré al bosque, ahí, vamos a leer uno de los mejores libros del mundo «Viaje al fin de la noche» Los chicos van con él, lo siguen. —¿Entonces, será cierto que el profesor Jack engaña a la señorita Cruise con Sabrina? —exclamó Faith —No me lo puedo creer, bien dicen que un hombre infiel nunca te engaña por nadie mejor, la señorita Cruise es más bonita que Sabrina —dijo Adilene —Pero, menos amargada —dijo Fred—. Y los hombres no queremos a una torturadora, tómalo en cuenta, Adilene para cuando Marc se te declare. Todos rieron, y Adilene se ruborizó. Jackson les leyó parte del libro, mientras algunos alumnos ponían atencion y otros se aburrían como ostras. Jackson hizo una pausa, y les pidió hacer un resumen. Los chicos se pusieron a lo suyo. Mientras tanto el hombre observó el bosque, y el lago a lo lejos, cuando sintió que alguien se acercó, era Sabrina. —¿Tomaste una decisión? Él estaba nervioso, quería negarse, pero no sabía como ser cortes —Sabrina, es que… Ella se acercó de pronto, estuvo a punto de besarlo. —¡Señorita Sabrina! ¿Qué hace? —exclamó Adilene—. ¿Por qué quiere besar a un hombre casado? Sabrina se quedó perpleja, pero no más que Jackson —¿Casado? —¿No es verdad que usted, profesor Lusiak, es un hombre casado? Es el esposo de Madison Cruise. Los ojos de Sabrina se abrieron enormes. —¿Es eso cierto, Jackson? ¡Niégalo! —exclamó la mujer con desesperación. —Es… —Él supo que estaba perdido—. Es verdad. La respiración de Sabrina era irregular, la mujer dio la vuelta, se fue de prisa. Jack miró a Adilene, incrédulo. —Diles a los alumnos que mañana quiero los resúmenes —dijo al escuchar la campana, y corrió tras la mujer. Sabrina estaba tan molesta, sentía su sangre hervir de rabia, fue hasta el edificio de la dirección, al entrar, fue hasta esa oficina. Entró dando un portazo, Madison al teléfono, la miró con duda, colgó la llamada, y la miró. —¿Qué te pasa, mujer? ¿Por qué entras así? —¡¿Te has estado burlando de mí?! ¿Cómo es que estás casada con Jackson Cruise? Los ojos de Madison la miraron impactados, Jack entró, vio la rabia en Madison. —¿Se han burlado de mí? Madison bajó la mirada, si le decía la verdad, estaría perdida, porque sería una raya más en su conducta, al decir que tenía a un exconvicto como profesor. —No, es que, Madison y yo nos casamos de forma repentina, nos conocimos por internet, pero, resulta que no nos llevamos bien, estamos separados, planeamos divorciarnos, pero, estamos arreglando unos detalles, ¿Verdad? Sabrina se quedó perpleja —Entonces, ¿están separándose? Pero ¿Por qué lo ocultan? —Es que yo no conseguía trabajo, y Madison me hizo el favor, y ya sabes, pues, si se enteraban iban a decir que había una relación que podría perjudicar mis labores, además, solo es un trabajo momentáneo, apenas nos divorciemos, yo me iré de aquí. Sabrina le miró incrédula. —¿Y por que es el divorcio, Madison? Madison se quedó sin palabras. —No lo amo —sentenció con tal dureza, que Jackson la miró con dolor, Sabrina también pudo notarlo, pero por dentro sintió esperanza. Ella salió sin decir nada más. Madison se levantó de la silla, caminó hacia él, aplaudió. —Felicidades, querido esposo, eres un perfecto mentiroso. Sabrina volvió a entrar, esta vez estaba asustada —¡Hubo un accidente! Dicen que Adilene se cayó, está sangrando, ¡Hay que llamar a una ambulancia! Ambos salieron disparados, asustados.

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