Anton estaba tumbado en la cama, contándole a Camila sobre los cuatro años que había pasado fuera del país. Los dos primeros años había sido bastante monótono, ya que se había pasado la mayor parte del tiempo recostado en una camilla de hospital. Sin embargo, cuando finalmente fue dado de alta, se trasladó a una habitación privada en un departamento que Rupert había comprado para toda la familia hacía un par de años.
Para no perder el año escolar, una institutriz le daba clases todos los días, y solo se le permitía tomar el sol por las tardes. Aunque el tratamiento había sido exitoso, su salud seguía siendo delicada.
Durante ese tiempo, Anton pudo acercarse un poco más a su hermano Pavel, quien lo cuidaba junto a Larissa. Se dio cuenta de que Pavel no era tan malvado como siempre lo habí
