Mientras cenábamos Sebastián leño podía dejar de mi mirarme, realmente parecía que le atraía muchísimo. —No se lo que vaya a pasar entre nosotros pero quiero disfrutar contigo el tiempo que sea necesario— Decía Sebastián mientras sostenía mi mano. —El tiempo hay que disfrutarlo, siempre digo que los malos llegan solos y los buenos hay que salir a buscarlo— Le respondí. —Tienes toda la razón, por eso no quiero perder un minuto más en proponerte, ¿quieres ser mi novia?— Preguntó Sebastián, tomó mi mano y la besó. Antes de responderle pasaron muchas cosas por mi cabeza, realmente no sabía que decir, pero estaba clara de algo y es que todo estaba saliendo a la perfección. —Pero ¿Que dirán tus amigos? ¿Realmente quieres estar con tu secretaria?— Le pregunté antes de dar mi respuesta. —No