Sebastián no dejaba de asombrarme, realmente se comportaba diferente a los demás, pensé que con traerlo a este lugar, haría caras de disgustos y fue todo lo contrario.
Nos sentamos en un banco a disfrutar de los Hot Dog, realmente estaban deliciosos.
—¿Lo estás disfrutando?— Pregunté con la intención de saber sus pensamientos.
—Por supuesto que si, esto me ha encantado— Respondió emocionado.
—Me alegro ya que no estás acostumbrado a estos lugares.
—¿Bromeas? Cada vez que puedo voy con mi mejor amigo a uno de estos lugares, la comida es buena— Respondió.
Si Sebastián mentía lo hacía muy bien, no parecía estar divulgado en realidad.
Un poco más de tiempo después, estábamos frente a mi casa, tengo que decir que realmente la había pasado muy agradable.
—Gracias por todo Fernanda, realm
