Capítulo 12. No estás aquí para pasear. Estás aquí para trabajar. Maximiliano estaba furioso, ni siquiera pudo cenar. Cuando bajo al comedor no hizo otra cosa que pensar donde diablos se había metido su secretaria, una ciudad como Nueva York no era un juego para nadie, y menos para una jovencita como ella, que parecía no darse cuenta de algunos peligros. Además, que justo esa mañana el CEO le pudio que le devolviera la tarjeta de la empresa. -- No estás aquí para pasear, Daniela. Estás aquí para trabajar. ¿Crees que porque no te llevé a la reunión tienes derecho a hacer lo que se te antojé? ¡Esto es un trabajo, no unas vacaciones! – rugió Maximiliano llenó de furia, el corazón de Daniela comenzó a latir más rápido, sintiendo cómo la situación se tornaba más tensa con cada segundo que pa