NARRA TAI Desperté con la alarma del celular de Ian. Sentí la pesadez en el cuerpo que todo futbolista siente al día después de haber tenido un partido. Si bien el partido de anoche lo ganamos, se presentó una situación dentro del vestuario, y es que Felipe se toma muy en serio su papel de capitán, y regañó de tal manera a Bernardi, que casi lo hace llorar, todo porque el argentino cometió una falta cerca del área que benefició al otro equipo con un tiro libre, lo cual resultó en un 2-1, perdiendo nosotros. Ian y yo no estábamos en ese momento, porque fue escogido para la anti-doping, así que nadie pudo defender al suramericano, Jeremy lo intentó, pero la rabia de Felipe era tal que daba miedo. Yo me enteré por boca de unos compañeros, pero al parecer Ian aún no sabe nada, y no quiero