NARRA ZAC
-Mi padre, don Abedin Januzaj, fue un hombre de admirar – dijo mi padre en el micrófono, ante las personas que estábamos en el funeral, haciendo un gran intento por no llorar - era el mayor de seis hermanos. Tuvo que sacar adelante a la familia cuando su padre murió de cáncer antes de que empezara la guerra y decidió no participar en el conflicto armado. Al ver lo difícil que estaba la situación, tomó la difícil pero necesaria decisión de emigrar a Bélgica, buscando un lugar donde estar a salvo y enviar dinero a su familia. Se afincó en la comunidad albanesa de Bruselas y conoció a Ganimete Sadijak, mi madre, que también llegó a tierras belgas cuando expulsaron a su familia de la antigua Yugoslavia por ser de ascendencia turca.
Los Januzaj que se encontraban presentes en el
