Malek Cerré jadeando la puerta tras de mi, apoyé suavemente mi espalda contra la muralla helada de mi lujoso apartamento e inspiré incontables veces para encontrar la calma. Apreté los ojos y reviví una y otra vez el contacto de nuestras manos, la corriente eléctrica que hizo erizan los pelos de mi nuca, la sensación de calma a pesar de la tormenta ¿Por qué?, ¿Por qué me traes esos recuerdos? ¿Quién eres Adeline? Mi corazón me dice que nadie es como ella, ni la brisa suave de verano, ni el arcoiris naciente luego de la lluvia, ni la nieve cayendo impetuosa, ni el atardecer, para mis recuerdos nadie es tan perfecta como ella. Y mis deseos de tenerla para siempre me gritan desde mi interior, debía buscarla y acunarla. No encuentro explicación, pero tampoco la necesito, ya no. Ahora