Capítulo 34. Tuve un día libre, ya le había contado que solo soy una pasante. Fernando estaba ansioso, él sabía que pronto llegaría Janice, debía actuar como siempre o ella podría sospechar que fue descubierta, al sentir que la puerta se abría levanta la mirada y se queda sin aliento al ver a Janice, su rostro resplandecía, tenía una enorme sonrisa que demostraba lo feliz que era, ella camino despacio hasta su lado, para hacer su ritual habitual que hacía cuando llegaba. -- Buenas tardes señor – no dijo su nombre, ni tampoco lo llamo por su apellido, ella levanto la mirada para ver el rostro limpio de Fernando, su corazón se paralizo al verle afeitado. Ella podía observar lo hermoso que era su esposo aun tendido en esa cama. Janice levanto su mano y la coloco sobre la frente de Fernand