Es casi mediodía y Chloe está a punto de llegar. Bruno da una vuelta entera a la mesa para verificar que todo esté en orden. Claro que lo está, pero aun así se siente muy ansioso de que todo quede perfecto para su cita con ella.
Justo en ese instante llaman a la puerta. Abre y se encuentra con la mujer más bella del mundo.
―¿Me vas a dejar pasar o me tendrás en la puerta toda la tarde? ―dice ella con esa sonrisa que tanto la caracteriza. Bruno le da paso de inmediato.
Almuerzan en silencio, al principio Bruno cree que es porque ella está cansada, pero conforme pasa el tiempo, comienza a pensar que le pasa algo.
―¿Te gusta el vino blanco o prefieres que traiga uno tinto? ―pregunta él para sacarle algo de plática.
―Este está bien.
Chloe deja el tenedor sobre el plato y bebe un poco d
