CAPÍTULO 13. MARCOS VACILLE. ¡ESO QUE SIENTO ES EXTRAÑO! Todo pasó muy rápido, la verdad es que no podía dejar de mirarla y observar cada movimiento de su cuerpo. Los pasos sensuales me hipnotizan, es como si en el fondo cada movimiento me dijera: ven a mí, ella tiene algo, que ¡no sé!, cómo descifrarlo. Ahora la tengo entre mis brazos disfrutando de su aroma y ver esos ojos claros que todavía no distingo su color por la luz escasa que ofrece el lugar, el contacto de mi piel con la de ella me produce electricidad en todo mi cuerpo algo que jamás había sentido nunca antes y mi corazón palpita inquietante por la extraña sensación que estoy experimentando. Alejo mis pensamientos porque no quiero pasar la noche pensando o en descubrir qué es y disfrutar el momento. —¿ESTÁS BIEN? —le pregun