William Bajo la cabeza y siseo a Josh. No le tengo miedo a su lobo. La magia recorre mis venas, y mi cuerpo es lo suficientemente grande como para enfrentarme al perro con aspecto amenazador. Lo despedazaré. Mis músculos se están tensando, preparándose para la batalla. Josh gruñe y se lanza hacia mí. Me agarro de su cuello y lo arrojo lejos. Mientras estoy distraído, los miembros de su manada saltan hacia mí y clavan sus dientes en mi piel para hacerme sangrar. Grito de dolor tremendo. Mis miembros arden como si alguien me hubiera ahogado en aceite y luego me hubiera prendido fuego con una cerilla. Quiero rendirme y gritar a voz en cuello, pero me doy cuenta de que tengo que actuar para salvar mi vida. Y no soy un santo - rompo el cuello de otro hombre lobo, y su cuerpo se d