Buscando una fachada legal para sus negocios de drogas, Dániel decidió junto con Tommy emprender una pequeña empresa de informática. Pronto comenzaron a llegar trabajos legales buenos. Pero los que más pagaba eran los ilegales. Rastreo de llamadas confidenciales, hackeo de información de compañías, cuentas y estados de banco privadas era lo que mas les dejaba dinero. Cierto día hicieron un convenio con un misterioso intermediario que fue muy cuidadoso en sus especificaciones. El trabajo consistía en ayudarle a comprar monedas recién creadas. Criptomonedas que después ellos "inflarían" su valor artificialmente para que su precio de venta fuera estratosférico. Al ver cómo ganaba millones en cuestión de segundos, el intermediario cumplió las condiciones del convenio de p**o. Una nuev