CAPITULO 17 AMELIA He puesto sobre de la carpeta las tres bebidas, como si fuese una bandeja con el fin de facilitar la llevada en mis manos de todo el encargo, aun con los cafés que he comprado. Tomo el ascensor, dirigiéndome al sexto piso. La mayoría del personal en esta planta ha terminado su jornada laboral. Un escalofrió recorre mi cuerpo, con solo estar parada en la puerta de su despacho. ¡No puedo evitar sentirme incomoda por mi apariencia!, igual..., ¡no me interesa que me vea bonita!, me animo a mí misma. Llevo el pantalón camuflado militar, con una blusa blanca la cual uso de fondo pegada al cuerpo, botas militares, y el cabello me lo he recogido en una cola alta. Estoy en la pinta cómoda de mi uni