La misma noche New York Adamis Normalmente sabemos lo que hacemos o nos gusta creerlo, tanto que fingimos lo contrario por más que estemos perdidos esperando encontrar una luz de esperanza que nos ilumine, el problema es cuando llegamos al abismo sin darnos cuenta, tanto que es tarde para escapar y resbalamos cayendo al vacío sin anestesia, como yo, creyendo que podía detener lo inevitable, incluso no bastaron mis ganas de escapar de Ryan, porque no tenía intenciones de dejarme marchar, más bien unió sus labios a los míos en un beso que desencadeno miles de emociones, tan diferente al primero, intenso, ardiente y lleno de más que deseo, sí era otra cosa que me perturbo, tanto que estaba desconcertada cuando nos detuvimos, entonces como un reflejo lo chaquetee creyendo que podía volver