Los jóvenes se vieron 2 días seguidos después de ese primer encuentro, a la misma hora ahí, en ese límite entre el bosque y el pueblo.
Solo caminaban y charlaban, se contaron algo de sus vidas y cada segundo que pasaba lo que sentían, ambos, crecía.
Tanto él como ella, sentían esa conexión que no podían negar, esas ganas de verse y tenerse cerca.
Quedaron en verse nuevamente pero no pudieron, al amanecer de ese tercer día de cita, ambos muchachos se encontraron indispuestos, Jenna con malestar y dolores leves, creyó que estaba con alguna gripe, su padre le dedicó todos los cuidados que pudo.
En cambio Louis ya sabía lo que estaba sucediendo, el dolor increíble y el calor desesperante que sentía era su lobo creciendo en él.
Durante 7 días se sintió horrible, veía indicios de su lobo físicamente en él, tanto su madre como su padre lo ayudaban a transitar estos cambios con calma y tranquilidad y él en todo lo que podía pensar, era en Jenna y si ella también estaba sufriendo como sospechaba.
Paso el día de su cumpleaños número 30 sin darse cuenta, solo quería que este sufrimiento terminara para ir corriendo a buscar a su hermosa humana.
Y un día, amaneció como si nada hubiera pasado, no había dolor, no había calor, pero todo se veía diferente, todo olía más fuerte, todo se sentía más.
Su lobo ya era parte de él, SU lobo, por fin.
Lo primero que hizo al darse cuenta de que ya la semana de cambio había culminado fue buscar a sus padres y que le confirmen si era un alfa.
Así que se dispuso a llegar a la habitación del alfa con la sonrisa en su rostro radiante, su pequeño lobo crecía en su mente con cada paso que daba, se sentía grande, orgulloso, poderoso.
Sus padres se lo confirmaron con abrazos y mucha alegría.
Su madre sentía mucho amor por él, por fin él podía leer sentimientos, reconocer olores, y su padre tenía tanto orgullo.
Con todo eso su lobo creció aún más dentro suyo.
Se despidió de sus padres con la excusa de ir al bosque a dejar libre a su lobo y conocerlo.
-no te olvides que hoy tenemos una celebración por nuestra unión querido Louis. Vuelve temprano.
Sonriendo, Stella le gritó al verlo alejarse casi corriendo
-si mamá. No te preocupes.
Y como si no hubiera un mañana Louis corrió por el bosque, en su forma humana, desesperado por encontrarse con su compañera.
Y como el destino es tan maravilloso ahí estaba ella, en medio del bosque yendo a su encuentro.
Ambos jóvenes frenaron sus pasos a poca distancia, sus pechos agitados por la carrera, se miraron, se sonrieron, y se acercaron lentamente para sentirse cerca.
Jenna extendió sus manos para tocar el rostro del hermoso hombre parado frente a ella.
Louis respiraba profundamente para meter dentro de su cuerpo ese aroma tan maravilloso.
Su compañera.
El amor de su vida.
Su futuro.
Todo dentro de él enloqueció de placer y felicidad. También extendió sus manos para alcanzar esas mejillas rosadas increíblemente hermosas y cruzando miradas ambos se acercaron hasta besarse.
La sensación de plenitud que ambos sintieron cuando sus labios se tocaron era imposible de explicar.
El hormigueo en sus cuerpos, el calor en sus pechos, los latidos acelerados.
Se besaron y se miraron sin pensar en nada, no hicieron falta palabras, Louis confirmó sus sospechas y Jenna entendió que Louis era suyo.
Pasaron horas tomados de la mano, sin poder alejarse ni unos pasos, mantener sus labios alejados tan solo unos minutos era una tarea imposible.
Louis le explicó a su compañera lo que estaba pasando, le contó de las veces que la miraba desde el bosque enamorándose de ella, le contó como se unirían y compartirían sus almas para toda la eternidad.
Jenna no sintió miedo, solo amor y deseos por vivir ese amor de ensueño con Louis.
Ambos se divirtieron jugando en el bosque con su lobo, fue incómodo para Jenna ver el cuerpo desnudo de ese hermoso hombre, pero no era una niña, ya era una mujer adulta, y solo sentía ganas de comerlo de pies a cabeza, pero Louis quiso llevarla a su casa en la manada para unirse y amarse sin correr peligros en medio del bosque.
Cuando llegan a la manada, Louis se da cuenta de que efectivamente olvidó la celebración de sus padres, llegó tarde. Jenna observa la multitud de fiesta sin entender nada y antes de que el pequeño lobo pueda explicarle lo que sucedía y presentarle a sus padres, un grupo de lobos extraños comienza a atacar a todo el mundo, todos gritan, corren buscando refugio, se escuchan aullidos y armas.
Louis observa todo en cámara lenta y toma con fuerza la mano de su amada para llevarla a una casa y esconderla. Apenas pasan la puerta siente un golpe en la espalda y de un tirón le quitan a Jenna de su lado.
Confundido y muerto de miedo ve con demasiada claridad el momento exacto en que uno de esos hombres clava un puñal largo y afilado en el pecho de su compañera.
En ese momento su lobo se hace cargo de la situación, con un aullido al cielo lleno de dolor y furia ataca hasta destrozar ambos hombres.
Todo sucio con sangre y tejidos en su forma humana se acerca a revisar a su hermosa Jenna.
-Jenna dios no. Jenna no te mueras
Ella toma sin fuerzas las manos de Louis y las junta en su pecho.
El junta sus frentes y le da besos en los labios mientras sus lágrimas se mezclan sobre su rostro.
-Louis, te amo. Eres un hombre maravilloso.
-te amo Jenna. No me dejes
-sé feliz Louis, te mereces una vida feliz.
-no Jenna. No, por favor.
Louis aprieta sus manos y llora desconsolado.
-Louis, hijo
-es mi compañera papá, es mi luz. Mira lo que hicieron.