Louis está paseando tranquilo por el bosque, sabiendo que en cualquier momento de la siguiente semana comenzaría a sufrir su primer cambio.
Está ansioso, emocionado, contento y confiado, sabe que todo estará bien, sus padres son la pareja alfa perfecta, de a poco fueron sacando a flote una manada destruida por el dolor y el maltrato, las personas volvieron a tener confianza en un líder, a creer en que se puede ser feliz.
En los años que su padre llevaba como alfa muchos miembros de la manada encontraron sus parejas, nacieron varios cachorros y la vida fue tomando forma.
Todos han sido escuchados y tenidos en cuenta para vivir como una comunidad, se formaron grupos de lobos fuertes para cuidar y proteger el territorio, se constituyeron algunas normas que todos deben seguir y respetar.
Louis ha tenido una juventud tranquila, aprendiendo directamente de su padre a ser un buen hombre y un lobo fuerte, aunque aún no sabe si será un alfa.
Haciendo cuentas es algo que sospechan todos, ya que viene de una línea familiar de alfas, siempre el primer hijo varón fue alfa por lo que ha vivido cada día de su vida preparándose, y estudiando comportamientos, escuchando a la gente, cuidando a los demás, todo con la idea de qué algún día él será el alfa de una gran manada.
Sustituir a su padre cuando ya éste decida descansar o bien formando una nueva junto a su compañera.
En fin, sueños que algún día cumplirá.
También le gustaría tener hermanos y una familia grande.
Le preguntó muchas veces a su madre por qué esperaron tantos años para convertirse en padres, ya que están cumpliendo 130 años de unión, y siempre su respuesta fue que esperaban a tener una manada pacífica, un ambiente donde poder criar niños no soldados, de grande conoció muchos detalles de cómo fue la manada antes de que su padre derrocara al anterior alfa, su abuelo, y entendió muchas cosas de la personalidad de sus papás y la relación que tienen con la manada.
Su territorio es una gran porción de tierra que abarca un enorme bosque donde habitan muchos animales que los días de luna llena son cazados para alimentar a todos los miembros, aunque también obviamente, muchos de ellos están encargados de sembrar y cosechar alimentos. También, aunque muy poco, interactúan con un pequeño pueblo que limita con el bosque, del que obtienen vestimenta, alimentos y otras cosas más.
Como siempre, con cada paseo que Louis da por el bosque, termina ahí, en ese límite, observando el pequeño pueblo. Hace unos años descubrió allí a una joven, hermosa.
Siempre la encuentra haciendo tareas en su cabaña, la ha visto arreglar el jardín, dejando ropa al sol o sentada en el césped bordando.
Siempre suspira al verla y pasa horas cuidandola desde lejos.
Pero este día en particular un olor cautivante revoluciona todo su interior, su mente se llena de colores y desesperación.
Inconscientemente sale del bosque y se acerca a la mujer que está cantando suavemente mientras cose algunas telas.
-hola
Le dice en un tono bajo a unos pies de distancia
La joven se asusta al percatarse del extraño frente a ella.
-no te asustes, disculpa, no fue mi intención incomodarte.
Ella solo lo mira, sus ojos enormes.
Louis no puede creer que la tiene tan cerca, por fin puede ver su bello rostro sin forzar sus ojos.
Tiene unos ojos color miel muy claros, manchas muy pequeñas en su nariz y unos labios rosados que muere por besar.
Sea lo que sea eso, ya que jamás besó a nadie, solo imaginar besar algún m*****o de la manada le provoca escalofríos
-puedo hacerte compañía?
-no lo sé. No sé quién eres.
-soy Louis
La mujer sonríe, el pequeño lobo no sabe si es por que ella siente lo mismo que él o si es que tiene algo en el rostro, quizás está babeando y ella se burla de él.
En medio de esos pensamientos raros ella habla
-soy Jenna. Encantada Louis.
Ella se pone de pie y estira su mano
El lobo se sacude para poder enfocarse y como un tonto toma la hermosa y delicada mano para depositar un beso en su piel.
Sin soltar su mano levanta la mirada y el rostro de Jenna le devuelve una imagen increíble.
Sus mejillas se han encendido en un rojo espectacular y sus labios se encuentran abiertos como incrédulos.
-encantado Jenna.
Ella vuelve a la realidad al escuchar al joven parado frente a ella, y se da cuenta que su mano aún está siendo retenida por esa enorme mano. Y vuelve a sonreír sintiendo vergüenza, y calor.
-me devuelves mi mano Louis?
Pregunta riendo al ver el gesto del muchacho.
-no quiero
Responde el sosteniendola más fuerte y tirando mas cerca de él.
Ambos se miran nuevamente sorprendidos por el arrebato de mal humor del joven y sonríen
Y sus manos siguen juntas.
Jenna se siente extraña, está sonriendole a un extraño que se niega a soltar su mano, con su vestido y agujas olvidados en el suelo a sus pies, en el jardín de su pequeño hogar, donde en cualquier momento podría aparecer su padre.
-dios, si, devuélvemela
Dice dando un paso para atrás rompiendo abruptamente el contacto de sus manos.
-disculpa disculpa por favor.
Ella está incomoda pasa sus manos por su falda mirando hacia la casa.
-pasa algo Jenna?
-no, si, quiero decir, no deberías estar aquí, mi padre puede aparecer en cualquier momento y eres un extraño.
-lo siento, no era mi intensión crear problemas. Te puedo preguntar algo?
Sintiendo una necesidad dolorosa de aclarar una enorme duda que revolotea en su cerebro enamorado
-si, pero luego vete
-cuantos años tienes?
-en unos días cumpliré 30 y tú?
Louis siente que no puede respirar, su corazón se acelera y su estómago es un desastre.
-me voy preciosa Jenna. Pero volveré a verte, podríamos salir a pasear o tomar el té
Ella lo mira con brillos en los ojos y una pequeña sonrisa en los labios.
-está bien. Puedes venir por mi mañana, papá trabaja todo el día.
-perfecto, mañana estaré aquí.
Ella sonríe al ver que el gran y hermoso joven hace una reverencia ridicula antes de caminar muy rápido y de manera torpe hacia el bosque.