***El siguiente capítulo, es un fragmento de la vida de Jonatan, uno de los protagonistas de la siguiente historia, no spoiler (bueno, tal vez un poco). Podrás encontrarla como: Bajo mis reglas***
Entré a la sala de juntas sólo porque necesitaba escuchar la conversación entre los abogados; así fueran malas noticias.
-Él es Jonatan Durán –Ortiz me introdujo y ambos abogados se pusieron de pie. –El licenciado Dawson – un hombre de mediana edad, que a simple vista se notaba que era un tiburón, – y la licenciada Álvarez – una castaña, que no se le notaba la experiencia del hombre, pero su expresión era dura.
-Mucho gusto – estreché la mano de ambos. –Sólo quiero estar presente y escuchar. Ortiz, pueden proseguir – me senté, prestando total atención.
-Licenciado Ortiz – tomó la palabra la castaña, - hemos estudiado el caso, y sinceramente se requieren más pruebas – dijo fríamente. –Pruebas contundentes, de lo contrario, podrían recibir una contrademanda por injurias y difamación, eso no le conviene, especialmente por la trayectoria de los Durán. –Colocó una tarjeta sobre la mesa y se la extendió a Ortiz. –Ese es el contacto de un detective privado, es sumamente discreto, profesional y con la experiencia que requiere esta situación; lo recomendamos para que haga las investigaciones y poder armar el caso. –
Ortiz dirigió su mirada incrédula al otro licenciado -¿Por qué me está diciendo esto Dawson? –
-Porque es un caso entre familia, y seguramente no querrán un escándalo. De ésta manera, el detective estará en contacto directo con ustedes, y así decidirán cómo manejar la información – pude verlo, no quería inmiscuirse en problemas si se filtraba información a la prensa.
Ortiz dirigió su vista a mí, y asentí, entonces tomó la tarjeta. –Gracias licenciados – los tres se pusieron de pie.
-Gracias a ti por la confianza, y si necesitas algo, no dudes en llamarme – la voz del hombre se escuchó comprometido y dispuesto con Ortiz. Entonces se despidieron y los dos abogados salieron.
-¿Qué opinas? –Le pregunté a Ortiz.
-Creo que deberías consultarlo con Marcos y… - suspiró. –Y que estés consciente de todos los posibles escenarios. Si decides contratar al detective, puede ser que no encuentre pruebas, o que existe la probabilidad de que realmente todo fue un accidente –apreté el puño sobre la mesa. ¿Realmente tenía que considerar esas opciones?
No, ese malnacido tenía que ser el responsable.