Capítulo 4

2072 Words
- Buenos días – saludo con nervios, pero logro ocultarlos a la perfección y me mantengo lo más serena que puedo. No voy a permitirme arruinar esto. - Buen día ¿Jade West? – me recibe un rubio delgado y desgarbado, pero con una cara tierna, casi como si fuese un niño, aunque enojado. No debe tener más de veinte, lo que me causa un poco de impresión, él debe ser realmente sobresaliente como para estar en esta posición. Me tomé muy en serio esto y en lo que pude, durante mis descansos en el bar, leí un poco sobre la empresa, sus labores y su trayectoria. Debo decir que fue bastante impresionante y me intimida un poco, pero me encargaré de superar las expectativas y estar a la altura que se requiere. Por otro lado, Grayson dijo que me recibiría su gemelo y mi mejor amigo es castaño oscuro con ojos grises, además de su cuerpo atlético. Este hombre es casi su opuesto. - Sí – me gustaría preguntarle su identidad para saber si me han jugado una broma o algo por el estilo, pero afortunadamente él responde mis dudas antes que pueda exteriorizarlas. - Soy Francisco, en un momento el señor Donovan vendrá a entrevistarla, puede ponerse cómoda – Me sentí un poco tonta al pensar por un momento que él podría ser mi futuro nuevo jefe, pero los nervios están jugando en mi contra. Es primera vez que opto por algo tan ambicioso y realmente tengo que esforzarme para no arruinarlo todo. Le agradezco al rubio enojado con una sonrisa y tomo asiento viendo desde mi lugar la habitación. Es un lugar jugoso e impresionante, todo aquí grita lujos y dinero. Pasan un par de minutos en donde logro ponerme cada vez más nerviosa debido a mi debate interno. Espero que él sea tan fácil de llevar como su hermano, aunque de inmediato recuerdo que Grayson dijo que, aunque son iguales físicamente, sus personalidades son casi opuestas. Si vemos el lado positivo supondré que, al ser diferente a su hermano, mi posible futuro jefe no me cortejará ni tendré que ver un desfile de mujeres entrar a su oficina, por lo que podré evitarme situaciones incomodas. - Disculpe la demora, la junta se demoró más de lo previsto – rápidamente entra un hombre que, si no fuese por su tono de voz más gruesa y fría, diría que es mi amigo peinado y de traje. Demonios, eso de gemelo idéntico es real y es asombroso como dos personas son tan iguales. - No se preocupe – me las arreglo para no titubear ni mostrar mi sorpresa. Sería el colmo verme como una estúpida después de que finalmente llega el hombre. - Mi hermano hablo conmigo sobre su caso, le dije que como estoy necesitando de una asistente de manera urgente aceptaría, pero quiero que sepa que odio la incompetencia y que al primer error queda fuera – mierda, si este hombre no puede ser más diferente a Grayson, no necesito más que escuchar su tono altanero para saberlo. - No se preocupe, señor Donovan, aprendo rápido y me considero altamente eficiente, estoy segura que cumpliré sus expectativas – todo rastro de asombro o conmoción están lejos de mí, ahora soy toda frialdad y profesionalismos. Y es que ¿Quién se cree este hombre hablándome de tal manera? - Excelente ¿sabe cuáles serán sus tareas? – odio admitirlo, pero no. - Grayson no alcanzó a facilitarme esa información, espero no sea una molestia que usted me las indique o en su defecto, encargue a alguien más darme una lista y los procedimientos de su preferencia – él luce asombrado por un momento, pero rápidamente vuelve a su gesto frio. No he comenzado a trabajar y ya siento algo de adversidad hacia mi jefe, estupendo. - Francisco se encargará de ello, puedes ir con él, te indicará cual será tu oficina y te hablará acerca de tus labores y beneficios – el hombre deja lo que está haciendo y reposa su mentón en una de sus manos mientras me mira con tanta fijeza que logra incomodarme más de lo que ya estaba. ¿Qué se supone que hace? - Bienvenida a la empresa, señorita West – me habla con una calidez totalmente opuesta al hombre de hace un par de segundos, haciéndome sentir por completo descolocada. Debí ver venir que sería imposible tener una vida normal y feliz, era obvio que algo tenía que pasar. Mi jefe no solo es arrogante y soberbio, sino que es bipolar o sufre de múltiples personalidades, sea cual sea su diagnóstico psiquiátrico, le pido al cielo y a cada una de sus estrellas que no me afecte directamente y pueda tener por fin un ambiente laboral estable. Sé que es un sueño perdido porque no simplemente es mi jefe, sino que soy su asistente, lo que significa que trabajaré codo a codo con él, pero mi padre siempre me dice que soñar no está mal y que mientras nos haga felices no ve el problema con que crea en santa, en la magia o en los unicornios. - Gracias, señor Donovan – y salgo rápidamente del lugar antes de que su otra personalidad menos agradable salga de nuevo a la luz por equis motivo. Ya me encargaré de estudiarlo mejor y saber que teclas no presionar. Por fortuna, el chico con cara de bebé se encuentra en el escritorio al lado de la puerta del dueño del lugar, por lo que rápidamente se pone de pie al verme salir y con un gesto me indica hacia donde debo caminar, siendo, como no, la puerta justo al lado de la que acabo de salir. - El señor Donovan me ha comunicado que soy el encargado de instruirla con sus deberes – como no, el hombre es por demás de veloz y eficiente, por lo que es lógico que tenga pegado al trasero uno igual de competente. - Estaré agradecida por eso – me limito a contestar. Y esa es la última vez que digo más de dos palabras juntas, porque después de eso empezó a hablar con soltura y rapidez acerca de todo lo que tengo que hacer y de qué manera las debo efectuar. Casi quiero preguntarle qué demonios hace él porque parece que yo soy la única asistente del gran jefe. Luego de más de dos horas de una extensa charla sobre mis nuevos deberes y derechos, firmo un par de contratos después de leerlos cuidadosamente, porque lo único que me falta es atravesar un problema legal, y salgo de ese lugar satisfecha y animada. Estaré ocupada casi todo el día, por lo que tendré que cambiar mis turnos en la cafeteria a los fines de semana y un par de noches, pero eso es lo de menos, la mejor parte es el seguro médico y que mi padre pueda estar protegido por esa gran compañía me quita un enorme peso de encima. Casi quiero renunciar inmediatamente al café, pero esto está siendo demasiado bueno para ser verdad. Cuando llego a casa, me sorprendo un poco por no escuchar ningún ruido, incluso podría decir que estoy un poco asustada al respecto, pero todo pasa cuando entro a la pequeña sala y me consigo no solo a mi padre y a Martha, sino que hoy también Matthew y Grayson nos acompañan. - ¿A qué se debe todo esto? – extrañada, suelto mis cosas. No es que me moleste o algo por el estilo, pero es una imagen particular el que mi pequeño círculo de gente que realmente aprecio se encuentre reunida. Normalmente no están todos juntos al mismo tiempo. Especialmente mi doctor y el hijo de Martha, por algún motivo ese par no se soporta y compartir el mismo aire significa tensión y comentarios irónicos e hirientes. - Estamos celebrando muñequita – como siempre, lo primero que hago es abrazar con fuerza a mi padre para después besar la mejilla de todos los demás. Pasando por alto, como siempre, el sonrojo del hijo de Martha. Ese hombre tiene mi edad y se las arregla para actuar como un adolescente. Es tierno, pero definitivamente no es algo que me cautive o inspire atracción. Por el contrario, me hace incomodar un poco y logra que lo vea como una especie de niño o hermano menor que debo proteger. Casi me siento mal por él ya que sus sentimientos hacia mí no son nada discretos. Solo espero logre superarlos y consiga una buena mujer. - Mi hermano me llamó más temprano, dijo que eras fantástica – Grayson me aprieta en un abrazo que se afloja por un carraspeo malintencionado, no de parte de mi padre, sino que de Matthew. De igual modo lo pasamos por alto y nos sentamos juntos cerca de mi padre, dejando a madre e hijo en el sillón del frente. - ¿Él puede decir cosas positivas de los demás? – frunzo el ceño sabiendo que esas palabras suenan más a algo que él diría que esperaría escuchar de mi jefe. Como respuesta de su parte, obtengo una gran carcajada que deja a los demás sin saber que está pasando. Pero yo puedo entenderlo a la perfección y no me alegra tanto que disfrute mi desgracia. Su hermano será un dolor en mi trasero, lo sabe y lo disfruta. - Él no es tan malo. - Me pareció soberbio – vuelve a reír y me limito a rodar los ojos antes de voltear a mi padre. - ¿Muy malo? – quiero borrar su cara de preocupación, por lo que niego y me encojo de hombros. - No tanto, solo algo molesto, pero podré con ello. - Es un buen hombre, solo que no le gustan los juegos y lo deja muy en claro desde el inicio – Grayson vuelve a abrazarme por los hombros, pero esta vez no se aleja al escuchar el sonido proveniente de Matthew. - Sí, ya, por lo menos no todo será malo – añado recordando que a pesar de que tengo muchas cosas que hacer, el trabajo en realidad luce interesante y no hay una política de vestuario muy estricta. Me aseguré de preguntarle al rubio con rostro tierno. - Las vistas serán estupendas ¿a qué no? – asiento ligeramente a sus palabras. - La verdad es que si hay una vista asombrosa – no es un edificio descomunal, pero si lo suficientemente alto como para que, desde el último piso, nuestra oficina, se pueda apreciar un estupendo cuadro de la ciudad y su atardecer. - Es exactamente igual a mí, sabía que te gustaría, imposible no hacerlo si tiene mi físico – golpeo ligeramente su brazo al saber a qué se refería. - Hablo de las vistas de mi ventana, imbécil. - Oh, supe que te daría la oficina conectada a la de él ¿esa con la ventanita? – suspiro frustrada. Grayson es imposible. - ¿No me estarás mintiendo otra vez? – ignoro a mi amigo el doctor para volver a enfocarme en lo importante, mi padre. - Lo juro, en el bar si fue bastante difícil adaptarme, no por los clientes, sino por las otras chicas, pero Jack siempre fue muy amable – sé que desde que me fui no ha dejado de pensar sobre el tema que dejamos pendiente, pero necesito que lo deje pasar pronto. De todos modos, aunque ellas si me hicieron la estadía un poco imposible al inicio, Jack supo ponerlas en su lugar y déjame defender. Infiel pero un buen hombre al final del día. - ¿Y con este trabajo? – vuelve a preguntar después de un pequeño escrutinio a mis ojos. Desconfía de mi palabra y no me ofende ni me extraña, le he mentido en varias oportunidades para no preocuparlo de más, todos lo sabemos. También sabemos que no dejaré de hacerlo si es por su bien. - Es asombrosa la oportunidad de aprender algo más que servir mesas o tragos, el jefe parece ser algo molesto, pero podríamos darle una oportunidad, después de todo solo hable un poco con él hoy – sonríe satisfecho con mis palabras y asiente antes de halarme en un abrazo. - Más te vale que se comporte o te dejaré sin sobrinos – escucha como amenaza al hombre a mis espaldas y suelto una pequeña risa dejándome mimar un poco más por el hombre de mi vida.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD