-Si estás aquí. - Escucho a Lucrecia, me pongo detrás de la puerta ya que estaba abierta. - ¿Por qué entras así? - Su tino fue bastante déspota. -Ay mi amor, no me hables así. - Bruja, estoy que la agarro a cascaso como dice Jessi. - ¿Qué quieres Lucrecia? -Tú más que nadie sabes. - No sé por qué se me dio por mirar, mala idea, la bruja está sentándose en las piernas de Esteban. -Anoche te fuiste y sabes que me pone de muy mal humor. - ¿Será que Esteban no va todas las noches?, pero si salió de ahí está madrugada. - ¿Qué quieres?, estoy ocupado. - Ella no le dice nada solo comienza a besarlo. -Quiero que vayas a mi habitación. - Le dice entre sus labios, estoy hecha un mal de lágrimas. -Iré más tarde. - Él se levanta y ella por supuesto que se le engancha en su cuello.