-No sabes cuánto te deseo. -Qué estás esperando Esteban, me tienes completamente rendida a ti. - Su dedo acaricia mi labio que está partido, gracias al idiota del Cristofer. -Le haré pagar. - Frunce el entrecejo. -No harás nada Esteban, no tienes por qué preocuparte, ni estar defendiéndome de nadie. - Digo en un hilo de voz, lo tengo tan cerca y no me deja besarlo. -Te prometí cuidarte Melanie y eso haré. - No aguantó termino de dar el paso y lo beso, hoy no hay beso salvaje, el ritmo es tan lento está tratando de no lastimarme más el labio, mis manos están en su cabello y las del están en mi muslo, me sujeta me ayuda envolver mis piernas en su caderas, me lleva hasta el sofá, me tiene debajo de él, nos dejamos de besar, nuestras miradas se encuentran y sé que los dos deseamos lo