Rompieron el beso, mientras los únicos testigos, Marianela y Xavier, aplaudían. Después, fueron hasta la recepción, los invitados los esperaban. Escucharon al animador decir que les dieran la bienvenida a los nuevos esposos. Elio le dio la mano a Luna, ella estaba nerviosa, pero le dio la mano, èl pudo sentir como temblaba. Ambos caminaron hasta entrar, la gente aplaudió. Una suave melodía resonó por todo el lugar. Se situaron justo en medio de la pista. Entrelazaron sus manos, y èl tomó su cintura, acercándola a él, miró sus ojos, comenzaron a bailar con lentitud, dominados por la suavidad de la balada romántica. Sus ojos se encontraron, Elio notó que Luna estaba nerviosa, miraba mucho al suelo, como si se preocupara de que fuera a cometer un error. —Imagina que no hay nadie aquí