Al día siguiente, Elio volvió a la empresa, apenas llegó, recibió a su padrino Xavier. Elio estaba tan feliz que su padrino sonriò. —Parece que la luna fue hecha de miel. Elio rio. —La pasé muy bien y te mandé a llamar para algo muy importante, padrino. —Pues, tú dirás, hijo, para qué soy bueno. —Padrino, Aly es mi hija. Xavier frunció el ceño tratando de entenderlo. —Claro, ya la adoptaste, lleva tu apellido, legalmente esa niña ya es tu hija, tienes derechos y obligaciones con ella. —No. Lo sé, pero… Alyna es mi hija de verdad, ¡Luna es la mujer de esa noche! Lydia no lo es, me mintió y pagará por ello, pero… ¡Luna es mi mujer! Y Alyna es mi hija, lleva mi sangre, Alyna es mi hija biológica. Xavier estaba perplejo, sonriò y lo abrazó conmovido. —¡No me lo creo! Me alegro tanto