Me estremecí bajo su toque, temblé y apreté sus manos mientras un sonido gutural me abandonaba, él gruñó mientras que me pega más a su cuerpo, el calor se propagó por todo el sistema y clave las puntas de mis pies en la cama mientras que gemía su nombre con fuerza y me dejaba llevar por completo por la bola de placer que ahora parecía consumirme entera. No recordaba cuando fue la última vez que tuve tantos orgasmos en una sesión de sexo. No lograba recordar bien cuando fue la última vez que había follado dos veces seguidas, mucho menos que lo hubiera hecho antes de trabajar. Unos días antes cuando Brandon me escuchó con James había fingido la mitad de todos esos sonidos y ahora parecía que tenía una sinfonía en mi boca, ellos aparecían prácticamente todo el tiempo. Su cuerpo vibró y mi