Tomó el teléfono y marcó el número en su pantalla, sin importarle que eran las dos de la mañana. Una respiración entrecortada susurró un "hola" en su oído. Se movió incómodo en su cama. Su voz era increíble. "Liesl?" "Sí, ¿quién es?" "Isaías Machado. Necesito preguntarte cómo obtuviste la información que me diste esta noche." Su gemido hizo que él apartara el teléfono de su oído y casi se frotara la entrepierna. Su voz era como sacada de una película para adultos; suave, seductora y somnolienta. "¿Quieres decir anoche? Son las dos de la madrugada." "Estoy al tanto del tiempo. Tienes información sensible aquí. ¿Cómo la conseguiste?" Admitió estar preocupado por la legitimidad de cómo ella la obtuvo. Ella estaba callada. "¿Importa?" "Lo hará." Iba a usarlo de todas