Capítulo II

1808 Words
He estado leyendo todo el resto del día luego de la vuelta del colegio y almorzar, aún no llega la tía Kelly. Me doy cuenta de que estoy realmente enamorada de todo la inmensidad del planeta, y de todos los seres vivos que habitan en ella, aunque siendo sincera, por más que leo e indago sobre la biología marina, siguen pareciéndome los más incomprensibles los humanos. v Veo todo el rato a la señora Isabel como limpia a mamá, desde los oídos, le pasa una toalla húmeda por su cuerpo, le cepilla su pelo que en otros días fue casi tan precioso como el de la detestable tía Kelly, es bastante injusto lo que le sucede a mamá, las personas que yo considero buenas la pasan mal, y las personas que yo considero que son terriblemente detestables y que deberían de estar justo en un manicomio porqué actúan como dementes, están por ahí siendo todo lo exitoso que es posible que sea una persona. Ni porque cumpliera mañana cien años olvidaría lo mucho que odio a papá por abandonarnos, realmente el único consuelo últimamente es mirar a la señora Isabel, ya no demora en llegar la horrible y abominable tía, así que me acercó a la señora Isabel y le hago una pregunta que llevo días queriendo formularle: —Señora Isabel, disculpe si estoy siendo entrometida o chismosa, pero... ¿Qué opina usted de mi tía Kelly? ¿Usted la considera una persona respetable?—, abre mucho los ojos por un instante que casi me hace pensar que lo imaginé, se pasa la mano por su corto cabello n***o, y por fin carraspea y me dice: —Bueno, Ava cariño... No te consideraría chismosa o entrometida nunca, sólo una niña muy curiosa y con una avidez bastante grande para realizar preguntas agarrando a uno de imprevisto, pero sin ser muy 'estricta', mi veredicto sobre la señorita Kelly no te va a sorprender mucho, es bastante desconsiderada y le cuesta dar el mérito merecido a el trabajo de los demás, solamente se considera a ella misma y las pocas cosas que su pequeño cerebro le permite realizar por los demás, las engrandece como si fuera algo que nadie más podría hacer, espero esta conversación no la repitas jamás por más molesta que llegues a estar con ella, recuerda que es mi jefa, y necesito muchísimo este trabajo, tengo una chiquilla más pequeña que tú que depende del salario que acá me pagan por cuidar de ustedes y su madre, ¿ok?—. la interrumpo con curiosidad: —Oh, ¿tienes una niña? No lo sabía, ¿por qué nunca la traes contigo? Vendría bien algo de compañía para mí en casa, Agustín no deja de estar encerrado en su cuarto, sólo sale feliz cuando llega la tía Kelly, y es cuando yo estoy más triste y molesta— Me responde con cara de pena: —Nada me haría más feliz que traer a mi pequeña Isan conmigo a el trabajo, disfruto mucho este oficio, además de ser bien pagado gracias a mi absoluta discreción sobre el estado de tu madre, por eso tu padre confío en mí—. La atajo como si me hubiera golpeado en la cabeza... —¿Mi padre? ¿Acaso conoces de antes a papá, o sabes acaso dónde se encuentra en este momento?, Agustín me dijo que fuiste recomendada por una agencia de enfermeras que contrató la tía Kelly aunque ya sospechaba yo que ella jamás pagaría algo que no es para su uso goce o disfrute—. Ella me dice con ojos llorosos: —Ava, no te enojes, pero es un tema muy personal y de adultos que aunque tengo certeza de que eres una chica grandiosa y muy madura, aún no tienes edad suficiente para entender el tema, no me cuestiones ni pienses que lo hago por mal, sólo estoy cumpliendo un contrato, ¿bien?—. Lo pienso con detenimiento, si me dedico a presionar a la señora Isabel para obtener información de como mi padre y ella se conocen, o por qué papá tomó la decisión de contratarla a ella y no a otra persona, corro el riesgo de que me dé la información y en caso de que sea un caso muy grave que me haga perder la cordura y reclamarle a Agustín, perdería el trabajo y ya me habló que tiene una hija... Más adelante averiguaré por mi cuenta qué es lo que esconden todos, por ahora, sólo pienso en ponerme insistente para que la señora Isabel traiga a su pequeña a nuestra casa. Me distraen de mis planes unos extraños gritos viniendo del cuarto de Agustín, me acerco en puntilla hasta su puerta... Como cosa rara, tiene el cerrojo puesto, pienso en si estaría mal pegar un poquito el oído a su puerta para tener una idea de lo que ahí dentro sucede, decido hacerlo porque ¿y si está corriendo peligro?, dejo mi lucha interna sobre si acercar mi oído o no, y lo hago, después de acercarme lo suficiente escucho gritos de mujer, una chica está ahí dentro, grita palabras como 'azotame' 'dame más duro' y luego deja de gritar e inicia a emitir grititos como la gata de la señora del piso de arriba cuando por accidente le piso la cola, me quedo pensando de qué va todo eso, y no puedo evitar sentirme un poco confundida, vuelvo a acercarme, escucho pasos por su habitación, y ahora golpes, ¡oh Dios que puede estar sucediendo ahí dentro para que ahora resuenen golpes!, sigo confundida y no sé si sea correcto informar a la señora Isabel, no es parte de su trabajo cuidar si Agustín mete o no chicas a la casa, o tampoco lidiar con enemigas de Agustín, en caso de que esté sucediendo una pelea ahí dentro, creo que lo mejor es esperar un poco a que llegue la tía Kelly y arriesgarme a que me diga chismosa y entrometida, es la única opción que tengo. Sigo escuchando los mismos ruidos, la voz de la chica se entrecorta un par de veces cuando le repite: —ahhhhhhhhh, así es que me gusta que me des— Él por fin habla y grita con voz agresiva: —Eres una perra sucia, dime que eres mi perra sucia si quieres que te lleve a donde quieres—. Ella le súplica: —ohhhh sí, por favor, tocame, poseeme y por supuesto que soy tu perra sucia mi Agus—. Me quedo aún más confusa que cuando inicie a escuchar los ruidos, no logro imaginar qué puede estar sucediendo ahí dentro, ¿será que Agustín está chantajeando a una chica que quiere volver a su casa haciendo que diga todo lo que él quiere oír? ¿Así de enorme es su ego?, es realmente un verdadero patán. Me voy corriendo a mi cuarto, aun pensando en todo lo que escuché, me cambio de ropa y uso uno de los vestidos que más le gustaba a mamá, me recojo el cabello en una perfecta 'cebolla' en la parte más alta de mi cabeza y hasta me coloco una pulsera de perlas que me regaló una amiga de papá en mi cumpleaños número seis, todo lo hago para causar una muy buena impresión ante la tía Kelly para que pueda hacerme caso cuando le pida que vayamos a el cuarto de Agustín para poder verificar que tiene una chica ahí y que clase de situación está sucediendo ahí, justo cuando estoy mirándome en el espejo para salir del cuarto escucho los tacones de la tía Kelly bajándose de su carro, me apresuro a esperarla ante la puerta para decirle lo hermosa que está, eso siempre la pone de buen humor, ocasionalmente lo hago para que no me cargue tanto de insultos y reproches. —Tía Kelly estás muy hermosa hoy, tus tacones están muy chic—, me responde con una sonrisa de superioridad como que si yo fuese una cucaracha y ella una persona, me dice: —Muchas gracias Ava, tú hoy luces mejor que otros días, pero ya que invocaste la belleza, ¿donde está el buenísimo y hermoso de mi sobrino Agustín?—, le respondo bastante rápido: —Tía, creo que Agustín está en su cuarto con una chica secuestrada haciéndole daño, le estaba diciendo que dijera que es su perra sucia, disculpa mi indiscreción, pero no estoy mintiendo, puedes ir y acercarte a su puerta, si es que quieres comprobar que es cierto. — Espero unos segundos y tengo previsto que emita un grito típico de mi tía Kelly como 'Ava eres una chismosa de mierda, siete años perdidos de crianza contigo tienen tus padres', espero y espero, sólo veo a la señorita perfecta entrar en cólera... Me dice por fin: —Ava, vete a tu cuarto y no salgas de ahí, ¿dónde está Isabel?— le respondo con mucha calma: —Tía, por supuesto está cuidando de mamá. — Me hace un gesto con los ojos que me indica que me vaya a mi cuarto pero ya mismo, y eso es lo que hago... Ya estoy en mi cuarto y escucho todo en silencio, veo mis póster de Rihanna pegados en la pared, por un momento pienso si cuando sea adulta seré tan bonita como ella... Hasta que de repente escucho gritos furicos de mi tía Kelly: —Agustín abreme ya la maldita puerta y sal de ahí con cualquier promiscua que se haya atrevido a meterse en tu cama, ya sé que estas con alguien y más vale que salgan o voy a echar abajo la puerta ahora mismo—bufó. ¡Me ha dejado paralizada! ¡Mi tía Kelly hablándole de esa manera a su querido Agustín!, tiene que estar muy furiosa como para estar gritando de esa manera, ahora la escucho patear la puerta y Agustín nada que abre, empiezo a preocuparme, cada vez suena más histérica, le gritó: —Agustín, soy la única que puede estar ahí dentro cuando se me dé la gana, no una muchachita de tu colegio con ansias de ser grande y saber lo que tú necesitas— Me quedo pensando, ¿Por qué la tía Kelly dice eso? Bueno, ella paga algunas veces nuestro condominio, luego papá se lo devuelve, o eso creo, por ende supongo que dice que tiene derecho de estar ahí como en cualquier parte de la casa, supongo que tiene pena que la señora Isabel la escuche siendo tan imponente.... Dejo de suponer tantas cosas y me quedo esperando que Agustín y quien sea que este adentro con él, terminen de salir del cuarto para que por fin la tía Kelly deje de gritar como una persona que está excesivamente neurótica y demente, ya empieza a asustarme un poco sin que pueda evitarlo...
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