PARTE 13

1633 Words
—Vine a verte, escuché que te fuiste temprano del banquete. —Tenía trabajo que adelantar —espetó Alaric sin quitar los ojos del trabajo. Virón de pie en la habitación de Alaric protesto ante el silencio que parecía abrazar a Alaric. La mesa de cristal estaba cubierta de una sabana blanca y por encima de ella había un sin fin de objetos. —¿Son las muestras de sangre de Marlon? Descubriste que le sucede. No, todavía no encontró nada que lo hiciera comprender el lazo entre dos alfas. No tenía intención de abandonar la investigación, sin mencionar que los reyes de Ghosteares seguían exigiendo y presionando por respuestas al grado de sentirse ansioso. —También escuché que el príncipe se regresa hoy a Ghosteares. —suspira Virón decepcionado —Pensé que era el lazo de Marlon. Exasperado Alaric estrelló las manos en la mesa, se quitó los lentes y los guantes quirúrgicos. —Ya que estás aquí — esboza enojo —¿Por qué crees que se trata de aquel príncipe caprichoso? Podría ser cualquiera. —La pregunta es: ¿Por qué no? Nunca he visto a Marlon ser tan dócil con alguien como lo es con él. Ni siquiera contigo. El pecho de Alaric se contrajo. Le afectó las palabras dichas. Se negó a aceptar perder. Pasó por tantas cosas en su momento. Todo lo que hizo y está haciendo fue para estar junto a Marlon y no podía concebir la posibilidad de perderlo por alguien como Zyrian. Virón trago seco con la mirada oscura de Alaric. A diferencia de Marlon Virón siempre fue una persona susceptible el cual analiza más de una vez a las personas antes de confiar en ellas y de único que estaba seguro es que Alaric no es tan bueno como se piensa. La primera impresión que tuvo de Alaric fue: inconformista. Nunca es suficiente, siempre quiere más y no le importa herir sentimientos para alcanzar lo que desea. No obstante, de lo único seguro es que Alaric amaba a Marlon como nunca amó a nadie. Incluso rayaba a obsesión o el trofeo de una apuesta. —Jamás entenderé por qué haces esto. Si lo deseas ¿Por qué lo abandonaste? Si te hubieras quedado tal vez ahora mismo serías tú. Alaric soltó una sonrisa triste. —Eso no sucedería nunca. Si no me hubiera ido el resultado sería el mismo. Virón no comprendió, no obstante, no quiso indagar. A pesar de ser amigos, Virón siempre se sintió algo incómodo junto a Alaric. —Bueno, felicidades; ahora te casarás con alguien noble y con riquezas. Ahora estarás más cerca del escalón de Marlon, esperó y logres alcanzarlo antes de que suba más y te deje atrás. Muy pocas personas conocían el estatus noble de James. Tanto Alaric como James tenían un acuerdo respecto al matrimonio. Un acuerdo que le otorga libertad a ella y prestigio a él. En cierto punto de la historia James comenzó a sentir sentimientos por Alaric. Eso no era tan malo, si James sentía cosas por él sería más fácil manipular el matrimonio y antes de darse cuenta ya estaba convencido de intentar corresponder a aquellos sentimientos. —¿Irás al Hilomon? —Virón opta por combinar el tema —, Marlon te invito ¿No es así? O prefieres seguir fingiendo que no puedes cazar animales. —No sé aún, James intentará liberar su agenda para entonces. Además, yo nunca fingí, Marlon fue quien supuso eso y yo decidí no corregirlo. Virón arrugó la frente, no tenía caso discutir con alguien que no entiende el lenguaje correcto. El tiempo pasó y Marlon no supo nada de Zyrian durante las semanas siguientes. Solo escucho el rumor de que se marchó al día siguiente de la coronación. El Hilomon dio inicio dos días después de la coronación de los nuevos reyes. Marlon se presentó las primeras dos semanas como anfitrión, más, se recluyó en su mansión la próxima semana. Lo único que no deseó se volvió realidad y su celo le llegó esa semana. Por el bien de su cabeza no quiso recordar ninguna de las emociones de aquel día en el palco. No quería imaginar, ni fantasear con nada que le recordara a Zyrian. Los primeros días fueron difíciles por qué no lograba concentrar su cabeza en nada que no fuera sexo, se la paso recordando y cada recuerdo le calentaba el cuerpo provocando una excitación que Marlon no entendía de dónde provenía, Pero se aglomeró en cada célula de su acalorado cuerpo. Cada segundo era peor que el anterior y lo peor aún no pasaba, ya que su celo iba en crecimiento y estaba destinado a estallar en dos días. —Debería descansar amo —. Ruega el mayordomo Mayer —Hoy se ve muy mal. Marlon sentado detrás del escritorio mantenía las cortinas cerradas. Su ropa desalineada y los cabellos alborotados le caen sobre el rostro húmedo. Marlon arrastró sus manos sobre su rostro molesto y frustrado por la erección que presionó contra su pretina. No había algo que le molestará más que perder el control de su libido. Era lo único que lo diferenciaba de ser un animal primitivo. —Debería tomar inhibidores —propone Mayer. —No es recomendable. Alaric le recomendó comenzar a liberar de poco a poco feromonas para así evitar un estallido en dos días. —Quiere que llame al joven Virón o prefiere que le busque a otro. —No es necesario Mayer. ¿Trajiste lo que te pedí? Mayer asintió entregando el portafolio. Marlon le pidió que se retirará y que durante la siguiente semana desalojará la mansión. Marlon chequeó los documentos asegurándose de que todo estuviera controlado en el Hilomon. No fue hasta el medio día que la mansión quedó desocupada. Ya no había sirvientes, ni un Mayer que rondará los pasillos y con eso en mente Marlon se relajó un poco. Abrió las cortinas corredizas y el ventanal de cristal dio a relucir la enorme represa. Se dejó caer sobre el respaldo de la silla respirando grandes bocanadas de aire. Su obligación era estar presente el último día del Hilomon y no sabía cómo hacer para soportar todo lo que su cuerpo estaba sufriendo. Sudaba fría, Pero su cuerpo estaba tan caliente que Marlon juró que había lava en sus venas. El sonido de la cascada lo relajo un poco más hasta que Su respiración comenzó a volverse ligera mediante avanzó la tarde y antes de siquiera darse cuanta, al despertar todo estaba oscuro. Solo la parpadeante luz de la represa alumbró su recinto. Estaba sudando incluso más que antes y el cuerpo le pesaba tanto como el plomo. Su pecho parecía cargar tres kilos de hierro, ya que cada respiro era insoportable. Estaba húmedo, demasiado húmedo. Podía sentir como toda la circulación de su cuerpo se concentra en su entrepierna, sus pupilas dilatadas y la respiración le comprimió los pulmones. Era insoportable. Marlon puso su mano sobre su pecho como si ese acto lo ayudaría a respirar mejor. Estresado comenzó a soltar los botones de su camisa oscura dejando su torso desnudo. Casi jadea de la impresión al ver la escena. Su pecho sudoroso brillaba contra la poca luz que se filtraba, Pero lo que más le sorprendió fue lo hinchado que tenía los pezones. Marlon descubrió de dónde provenía el molesto cosquilleo que sentía desde que despertó. Con un suspiro frustrado dejó caer la cabeza en el respaldo de la silla. Tal vez Mayer tenía razón y debería pasar su celo con algún Omega. Pero ahora más que nunca no soportaba las feromonas de nadie, ni siquiera podía escuchar la voz de su propio mayordomo sin querer arrancarle las cuerdas vocales. Entonces pensó ¿Qué voz desearía escuchar? No quería pensar en eso, pero el calor del momento lo traicionó y un recuerdo lo invadió. La voz en un susurro pronunció su nombre. El bajo vientre se le comprimió y el m*****o erecto palpitó apretándose más contra la tela. Su mano temblorosa bajo el cierre del pantalón liberando la erección. Marlon la observo como si no fuera parte de su cuerpo. Estaba dura y roja. La sostuvo con una sola mano apretando con fuerza y enojo queriendo que ese montículo de carne obedezca a su cabeza y no a sus instintos. Chillo del dolor y entonces comenzó a bajar suavemente rozando el pulgar con el glande rojizo e hinchado dejando escapar el pre semen. Marlon maldijo y comenzó a incrementar la velocidad. Una serie de gemidos se escaparon y el aire en la habitación se espesó con las feromonas. Sus labios entreabiertos, sus pupilas dilatadas y las mejillas, nuca, nudillos y hombros se le tornaron tan rosados que la escena en sí era asombrosa. Podía sentir las venas enmarcadas en sus nudillos, como se tensaba la delgada piel poniéndose más dura mediante avanzó con el masaje estimulante. Quería tener la mente en blanco para no pensar en nadie. Había algo que le fastidió; en más de una ocasión estuvo al borde del derrame y algo le impidió hacerlo. No era suficiente, no bastó solo masajear un área en concreto, su mano libre se presionó contra su pecho atrapando el pezón rosáceo y fue imposible no recordar como las manos de Zyrian lo tocó aquella noche. Los músculos de sus muslos se apretaron y Marlon se sumergió en el éxtasis del placer tirando del pezón y moviendo más rápido la mano hasta que su cuerpo tembló en un espasmo que lo puso en modo pasivo después de la liberación. Había demasiado de su semen en su mano. El calor de su cuerpo no disminuyó y Marlon se preocupó, todavía no había entrado en celo y se sentía tan caliente como nunca llegó a estarlo en sus anteriores celos. CONTINUARÁ…
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